Como quizá sabéis, la semana pasada estuve en Orlando (EEUU)
en el congreso anual de la Academia Americana de Cirujanos Ortopedas (AAOS, sus
siglas en inglés). Procuro asistir cada año porque durante los días que dura
este encuentro los especialistas tenemos la oportunidad de compartir
conocimientos y trabajar codo con codo con los mayores expertos de prestigio
internacional, algo que en iQtra nos parece tremendamente importante.
Vengo especialmente satisfecho porque en este tipo de
reuniones de especialistas compruebo que vamos por buen camino y que las líneas
de trabajo que emprendemos en iQtra van en consonancia con las de los mejores
especialistas de todo el mundo.
Una de estas áreas es la de la Medicina y Cirugía
conservadora de la cadera. Tanto en nuestra práctica diaria en iQtra como según
los datos que se han expuesto en Orlando se confirma que la capacidad de entrar
en esta articulación mediante técnicas artroscópicas nos está permitiendo
descubrir diagnósticos que hasta el momento estaban pasando desapercibidos y,
en consecuencia, no recibían tratamiento prácticamente hasta que el paciente
requería una prótesis.
La cámara de artroscopia nos está permitiendo no sólo entrar
en la articulación de la cadera, sino escudriñar en los espacios alrededor de esta y detectar lesiones concretas que, por estar en una fase incipiente, hemos
podido resolver con medidas conservadoras.
Puede resultar paradójico hablar de medidas conservadoras
cuando lo que estamos planteando es pasar por quirófano, pero lo cierto es que
cuando hablamos de cirugía preservadora estamos construyendo una nueva
disciplina quirúrgica para la cadera que está consiguiendo éxitos evidentes y
resultados altamente satisfactorios utilizando procedimientos muy poco
agresivos.
Hasta hace pocos años, resultaba frustrante ver a los
pacientes aguantar dolores que iban empeorando con los años sin poder resolver
la situación de otra forma que no fuera esperar y sacrificar la articulación y
sustituirla por una prótesis. Es más, si no hubiéramos comenzado a avanzar en
medidas preservadoras, el futuro de los pacientes hubiera sido muy
desalentador.
La artrosis (desgaste óseo asociado al paso de los años) es
la enfermedad articular más prevalente en nuestro país, afecta a más de cinco millones de españoles y supone
una enorme carga para el sistema sanitario en cuanto a costes directos e
indirectos; un montante al que hay que sumar multitud de gastos y perjuicios a
nivel económico, social, laboral y personal.
Las cifras de la artrosis, muy preocupantes
Las cifras de la artrosis, muy preocupantes
Actualmente se implantan algo más de 30.000 prótesis de
cadera al año en España, una cifra que, según las estimaciones, puede
dispararse en un 174% debido al envejecimiento de la población. De hecho, la
Sociedad Española de Reumatología maneja unas cifras que hablan de la artrosis
como de la cuarta causa de discapacidad en el mundo para el año 2020. En
conclusión: que tenemos motivos más que suficientes para buscar alternativas a
las intervenciones más radicales.
Gracias a la cirugía preservadora de la que os hablo y al
trabajo que llevamos a cabo en nuestra Unidad de Medicina Preservadora de las Articulaciones, en iQtra hemos logrado reducir la implantación de prótesis en
los últimos seis años; un dato verdaderamente esperanzador.
De esta manera, la combinación de Fisioterapia específica, suplementación
condroprotectora, infiltraciones de
preparados biológicos (plasma rico en factores de crecimiento, ácido hialurónico,
células madre…) guiados por radiografía o ecografía, así como la artrocospia, están
haciendo posible que cada vez más pacientes que acuden a nosotros con dolores
de cadera vean resueltos sus problemas y puedan continuar su vida sin necesidad
de sustituir su articulación natural.
El hecho de poder alargar la vida de la articulación en
casos en los que antes no hubiéramos tenido más alternativa que poner una prótesis
o explicarle al paciente que la necesitaría pronto y mientras tanto tendría que
lidiar con el dolor, el desánimo y la merma de la calidad de vida, nos hace
vivir una época muy excitante a nivel científico y asistencial, ya que todos
estos cambios suponen una verdadera revolución en un campo en el que tradicionalmente
se pensaba que se podía avanzar muy poco.
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Hola Dr Villamor, Me gustaría hacerle una consulta. Mi madre ha sido diagnosticada de artrosis en la cadera, la cual le impide caminar con normalidad, pero se plantea la cirugía como última opción. Haciendo acopio de algunas noticias publicadas recientemente, hemos visto que ha salido un medicamento, Dolocare Flex, a base de cúrcuma que combate el dolor por esta dolencia. También, se habla mucho del tratamiento con células madre que parece está obteniendo muy buenos resultados para este tipo de patología. Es por ello, que estaría interesada en conocer su opinión experta con respecto a ambas alternativas. Muchas gracias y un saludo, Amparo
ResponderEliminarHola.
EliminarEl producto que refieres no es en realidad un medicamento, sino un suplemento nutricional formulado para aliviar los dolores ocasionados por procesos artrósicos. Su uso está concebido como adyuvante de la terapia convencional para la artrosis con el objetivo de intentar reducir la dosis de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) que en cualquier caso hay que seguir tomando igualmente.
Asimismo, has de saber que tanto los antiinflamatorios convencionales como, según parece, este producto únicamente tienen efecto sobre el dolor pero no detienen el deterioro de la articulación, que debe ser abordado con otros tratamientos que se deciden en función de las características de cada paciente, del grado de desgaste articular que sufra, del dolor y deterioro de su calidad de vida...
Al menos así es como lo hacemos en nuestra Unidad Preservadora de las Articulaciones estudiamos cada caso para ofrecer una solución integral que va desde ejercicios, fisioterapia y medidas ergonómicas hasta cirugía, pasando por técnicas menos invasivas y condroprotectores orales o infiltraciones.