Dani Pedrosa. | Agencias |
Hola a todos.
Antes de marcharme de
vacaciones me gustaría dedicarle unas palabras a Dani Pedrosa, un ejemplo
admirable de tesón y lucha al que siempre he estado orgulloso de poder ayudar como médico pero que es, sobre todo, un gran amigo.
Mi profesión me obliga a no hablar de las
particularidades clínicas de Dani, pero en este caso lo que os quiero contar no
es lo buen enfermo que ha sido asumiendo siempre con impresionante entereza
cada contratiempo o lesión. Dani ni siquiera se permitía llamar accidentes a estos
trances que consideraba parte indisoluble de su profesión.