jueves, 4 de junio de 2015

Plasma rico en factores de crecimiento y tendón de Aquiles, el caso de Pablo Fernández


El atleta Pablo Fernández.
Estos días he recordado un caso, el del atleta Pablo Fernández, que vuelve a confirmar que todas las técnicas y protocolos que hemos ido aprendiendo, tanto en distintos centros visitados como extraídos de nuestra experiencia, están consiguiendo romper barreras y aliviar males que en otros tiempos hubieran dado al traste con la calidad de vida de muchos pacientes.


Es un caso que me ha hecho recordar el correo electrónico que el año pasado nos mandaba Keith Johnson, un periodista americano que ya en noviembre de 2005 nos entrevistó para la portada del The Wall Street Journal, acerca de nuestras sorprendentes técnicas avanzadas, y que tres años después nos remitió un reportaje en la que médicos americanos hacían alusión a los beneficios de estas mismas técnicas, tiempo después de que nosotros hubiéramos empezado a aplicarlas en iQtra.   

Siempre hemos dicho que nuestros pacientes se benefician de la experiencia que los deportistas nos aportan. Y ahora en iQtra estamos viviendo una época en la que la vasta experiencia de tantos casos atendidos en más de una década está consiguiendo frutos tan llamativos como el alegrón que con Pablo hemos vivido con su vuelta a la competición como deportista de élite.

La lesión de Pablo Fernández

En el mes de julio del año pasado recibimos en nuestra consulta al gran atleta Pablo Fernández al que conocíamos ya por su amplio y brillante currículum. Acudía a nosotros realmente preocupado y afectado después de un año y medio de incapacidad para desarrollar su pasión, su profesión: la tendinitis de ambos Aquiles que arrastraba desde antes de haberse desplazado al Centro de Alto Rendimiento de Madrid no se resolvía con todos los recursos aplicados por médicos deportivos y fisoterpeutas. En la primera conversación con él y con su padre, también antiguo atleta profesional, barajaban la posible necesidad de abandonar su carrera profesional.

Así recuerda hoy Pablo cómo se sentía: "Llevaba con dolores en los tendones de Aquiles desde enero del 2013. Al principio pensé que era culpa del calzado, que podía estar causándome rozaduras. Empecé a tener pequeñas inflamaciones que con el tiempo fueron agravándose. Ese año estuve parado sin entrenar 5 meses. Luego volví a competir y a los 6 meses de nuevo volví a recaer, cuando ya residía en Madrid, en la Residencia Blume. El último mes antes de contactar con Ángel, ya empezaba a tener problemas al andar, tenia muchos dolores y en el plano emocional, mucha impotencia. Había que informarse bien de un traumatólogo que consiguiese sanar totalmente mi lesión crónica. Y después de haber visto el blog de Ángel y sus tantas apariciones en la televisión, no lo dudamos: nos pusimos en contacto con él de inmediato. Mi primera impresión fue de gran profesionalidad, confianza y entusiasmo". 

Plasma rico en factores de crecimiento

Después de una exploración rigurosa en nuestra clínica con ecografía, resonancia magnética (RNM) y valoración por parte de fisioterapeutas del equipo de iQtra (entre los que se encuentran la podólogo y fisioterapeuta Estela Pérez y el licenciado en Ciencias de la Actividad Física y Deporte y también fisioterapeuta Jose Molinos) convencimos a Pablo y a su familia de comenzar un nuevo enfoque de terapia.

Los tres pilares fundamentales fueron decididos por el equipo de modo unánime desde la primera reunión: 
  • La aplicación de plasma rico en factoresde crecimiento extraídos de la sangre del paciente y guiado por ecografía en las zonas mas necesitadas de estímulo reparador.
  • El estudio de su pisada y diseño computerizado de plantillas de descarga dinámica de sus tendones.
  • La preparación física de los músculos y de biomecánica completa de sus extremidades inferiores, porque podía haber cometido errores de falta de elasticidad o entrenamientos que suponían sobrecargas especificas nada beneficiosas.  

Con mente de deportista, Pablo entendió y asumió este nuevo enfoque y así, en apenas tres meses, retomaba el entrenamiento con una seguridad y confianza que no solo los estudios consecutivos clínicos y ecográficos, sino también sus sensaciones le daban.

Los resultados

"Comencé a notar mejoría a los pocos meses de haberme tratado, si bien es verdad que tuve mi plan de recuperación escrito por Ángel y lo cumplí a rajatabla. A los dos meses ya estaba entrenando con bastante normalidad; a los cuatro ya gané mi primera carrera de cross y a los seis estaba compitiendo a nivel nacional. Yo había oído hablar del tratamiento con plasma fico en factores de crecimiento cuando se aplicaron en la rodilla de Rafa Nadal. 

A nivel de dolores no he vuelto a recaer, si bien es verdad que me esta costando un poco recuperar el nivel que tenia antaño, pero sigo entrenando con confianza y muchas ganas. Esta temporada la he bautizado como Lanzadera, será la temporada en la que busque obtener las sensaciones perdidas, y con la mente -por qué no- en los JJOO de Rio el próximo año".

Eso esperamos. Gracias, Pablo.

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