En estos días en los que
hemos despedido un año y hemos dado la bienvenida a otro, he estado
reflexionado mucho sobre un pequeño drama del que seguramente muchos estaréis
al tanto, aun sin saber los detalles verdaderamente importantes del mismo.
Después de varios años de
atención y cuidado de nuestro Monarca, en los que todo el equipo de
fisioterapia, enfermería, médicos y cirujanos hemos llevado a cabo con éxito la
intervención de prótesis de la rodilla derecha, la reparación del tendón de
Aquiles, la reconstrucción e implantación de una prótesis en la cadera derecha...
A finales de 2013 hemos sufrido mucha tensión con la última cadera operada, la
izquierda, cuya recuperación ya se estimaba compleja porque detrás venía de
modo casi urgente, la cirugía de columna que sabíamos precisaría de un arduo
posoperatorio.
Cuando todo avanzaba apoyado en la
impresionante fuerza de voluntad y sacrificio del paciente, surgió una infección
a los diez meses de la cirugía de esta cadera izquierda. Una vez diagnosticada y advertida la necesidad de
un recambio en dos tiempos, nos metemos con las dos cirugías, en este caso con
la ayuda y dirección de uno de los especialistas más reconocidos mundialmente:
el doctor Cabanela.
Sin lugar a dudas, el
mayor privilegio que haber operado junto a este experto, ha sido haber seguido
contando con la confianza de Su Majestad, que supo comprender la azarosa
complicación y ha seguido por ello confiando en nosotros, no sólo las
operaciones sino también en la colaboración para el seguimiento postquirúrgico;
proceso en el que nos encontramos actualmente.
Pero volviendo a la peli... ¿Cuánto puede
durar este post? Porque 2013 ha sido
un año muy ocupado en iQtra.
Hemos cerrado 2013 con la
creación e inauguración de nuestra nueva clínica, diseñada y llevada a cabo por
el arquitecto José Antonio Villamor. El traslado desde la Antigua sede de Corazón
de María fue un trabajo titánico de todo el equipo. De esta manera conseguimos
no cancerla ni una sola cita, ni una sola consulta.
Trabajamos hasta las 21:00
horas del viernes en nuestro antiguo centro, y el lunes a las 08.00 horas iniciábamos
nuestra actividad en las nuevas instalaciones como si no hubieran pasado horas
y horas de mudanza y limpieza entre esos dos momentos. Fue una magnífica
muestra de trabajo conjunto que me hace sentir muy orgulloso y, sobre todo, muy
agradecido, especialmente porque no pude presenciarlo personalmente (me
encontraba en esos días dirigiendo el
curso que anualmente convocamos en Frankfurt, de cirugía artroscópica de cadera),
lo que me transmitió además una sensación enorme de tranquilidad y confianza en
todos ellos.
Ha sido un año en el que
todo el equipo se ha empleado a fondo en material de formación. Por ejemplo
Mayte Ocaña, nuestra directora asistencial se ha puesto a la última en medicina
molecular y es una experta en la aplicación de plasma rico en factores decrecimiento tisular, que ya llevamos utilizando unos diez años.
Mis colegas, los doctores
Rafael Durá y Antonio Manzano han ahondado en los últimos avances en medicina
conservadora y cirugía mínimamente invasiva con apoyo ecográfico, un camino que
estoy seguro que nos va a dar dulces frutos muy pronto.
Y qué decir de los
fisioterapeutas… la verdad es que he perdido la cuenta de la cantidad de cursosy talleres que han llevado a cabo estos nueve profesionales, que se pasan la
vida realizando aportaciones para que la recuperación de nuestros pacientes sea
cada vez más rápida, cómoda y eficaz.
En definitiva, el año que
acabamos de dejar atrás ha sido muy prolífico y aparte del disgusto al que os
hacía referencia al inicio de esta entrada, estamos muy contentos de haber sido
incluidos entre los médicos más influyentes; un regalo que nos llegó nada más
iniciar 2013. Pocos meses después recibimos el Premio a la Excelencia Sanitaria
de parte del Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social, organismo
colaborador de la OMS. Tuve el privilegio de compartir la jornada con Valentín
Fuster y Luis Fernández Vega.
El broche de oro fue que nos incluyeran en el
'Dream Team' de la cirugía española, una clasificación en la que nos encontrábamos
tres traumatólogos. Este aspecto me satisface especialmente porque parece que
por fin nuestra especialidad se ha desprendido de la fama de tosquedad y poca
finura que años atrás arrastraba injustamente.
En estos días en los que
uno hace balance del año recuerdo los innumerables esfuerzos del equipo de
iQtra y me siento muy orgulloso y feliz por compartir este proyecto con
personas de tanta valía y por saber que estamos entre los mejores, algo que nos
colma de energía e ilusión.
De esta manera, sólo me
queda desearos lo mejor para este año que acabamos de estrenar.
¡Vamos a por 2014!
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