FreeDigitalPhotos.net |
Buenos días a todos:
El otro día observamos que había bastantes cuestiones en
este blog referidas a la rotura del Ligamento Cruzado Anterior (LCA) en niños;
concretamente al dilema que se les presenta a los padres acerca de si operar o,
por el contrario, esperar a que la etapa de crecimiento haya concluido para
llevar a cabo un abordaje quirúrgico.
Pues bien, mi colega Antonio Manzano y yo hemos estado
revisando la literatura médica al respecto, al tiempo que hemos analizado
nuestra propia experiencia en consulta y hemos llegado a la conclusión de que
en la mayoría de los casos, la cirugía ofrece más ventajas que el tratamiento
conservador. Os explicamos por qué.
En realidad, la rotura del LCA en la edad pediátrica es
bastante infrecuente. Se estima que no llega al 3% de casos si tenemos en
cuenta la cantidad de lesiones de este tipo que se producen en todos los grupos
de edad. No obstante, a iQtra llegan un número considerable por habernos
especializado en traumatología deportiva; de forma que estos pacientes vienen
directamente o remitidos por otros colegas.
Por este motivo, estamos en condiciones de afirmar que hemos
observado un aumento en la incidencia de roturas del LCA en menores. Los
motivos fundamentales son la difusión de deportes como el fútbol o el esquí,
que se practican cada vez más y a un nivel más competitivo a edades tempranas,
lo que lleva aparejado el incremento del número de lesiones.
Rotura del LCA adulto; sin problemas
Cuando hablamos de rotura del LCA en pacientes adultos
verdaderamente los dilemas que surgen son pocos. Tal y como explicamos en una
entrada anterior, ésta es una lesión de rodilla muy frecuente en deportistas
que se produce habitualmente por una torsión excesiva en la que el pie queda
fijo o clavado y la rodilla sufre un gesto en semiflexión de retorcimiento con
la punta del pie hacia fuera. Si este movimiento es muy enérgico o violento,
también se pueden romper los ligamentos laterales internos y el menisco medial.
Cuando operamos un LCA, la solución suele pasar por la confección
de un ligamento nuevo con un tendón (o parte del mismo) extraído del mismo
paciente o adquirido del banco de tejidos. Existen distintas técnicas para
abordar la rodilla del adulto (animación 3D PINCHA AQUÍ) y en general los traumatólogos manejan bien esta
lesión. En iQtra hemos experimentado ampliamente con todas ellas, ya que nos
hemos formado en diferentes escuelas. Esto nos ha permitido hacer una valoración
global de pros y contras de cada uno de los procedimientos, así como analizar
en profundidad la indicación para cada paciente en función de las características
concretas de su rotura.
Por ello, y permitidme que haga este inciso, cuando
preguntáis en el blog acerca de cuál es la mejor manera de reparar un LCA roto,
no tenemos por menos que responderos a todos más o menos lo mismo: dependerá de
cada caso. Eso sí, en iQtra estamos capacitados para ofrecerte una técnica u
otra en función de tus necesidades, ya que como explico, tenemos experiencia
con todas ellas.
Pero seguimos con los más pequeños. ¿Qué ocurre cuando son
ellos los que se rompen el LCA? ¿Por qué surgen dudas si en el caso de los
adultos todo parece tan claro?
Esta lesión genera inestabilidad en la rodilla, lo que impide
que el niño realice deportes de contacto o cambio de dirección para evitar
lesiones meniscales y del cartílago. Tradicionalmente por tanto, se optaba por
una terapia conservadora que consiste, básicamente, en modificar o frenar la
actividad deportiva del niño (con la consiguiente frustración para el pequeño y
el riesgo de que abandone por completo el ejercicio y todos los beneficios que
lleva aparejados) y esperar a que se hubiera alcanzado la madurez esquelética
(en torno a los 15 años) para realizar una plastia sin temor a dejar secuelas
en el cartílago de crecimiento que puedan alterar el desarrollo lineal del fémur
o la tibia.
Sin embargo, la literatura médica cifra el fracaso del
tratamiento conservador hasta en un 50% , incluso aplicando protocolos
específicamente diseñados de fisioterapia que, por otra parte, no impiden
lesiones de menisco y cartílago, que siguen presentes hasta en un 15%. Finalmente,
la reconstrucción tardía del LCA de estos chavales con técnicas ensayadas para
pacientes adultos arroja un resultado clínico bastante desalentador.
Por toda la experiencia acumulada a lo largo de los últimos
años, la tendencia actual cuando nos encontramos ante un menor con LCA roto es
operar, siempre teniendo en cuenta dos cosas:
- Que la situación clínica del paciente justifique una cirugía, es decir, que se trate de niños que presentan inestabilidad en la rodilla, bloqueos, episodios de derrame articular, clicks,… y esto lo veremos con más frecuencia en los niños más activos que en los sedentarios, y más frecuentemente en aquellos en los que no se ha podido hacer una modificación del tipo de deporte que practica.
- Que si se opta por la cirugía, se debe conocer el riesgo de la misma y asumir que los beneficios serán mayores que dejar la lesión como está.
El riesgo fundamental de la cirugía de un LCA en la edad
pediátrica es lesionar la placa de crecimiento de la tibia o del fémur (una estructura que desaparece cuando finaliza la etapa de desarrollo óseo), lo que
ocasionaría una discrepancia de longitud o una malformación angular de la
rodilla. Esta posibilidad es mayor cuanto más pequeño es el niño y, en
consecuencia, mayor potencial de crecimiento tiene su esqueleto.
Sin embargo, el pequeño se lesiona cuando se lesiona y este
es un factor que no podemos cambiar. Asumiendo que hemos de ofrecer terapias
para cualquier grupo de edad, la solución por la que apostamos en iQtra es
perfeccionar la técnica quirúrgica para reducir el riesgo al máximo y ofrecer
al pequeño todas las ventajas de una reparación quirúrgica a su debido tiempo,
que es cuando se produce la lesión.
Con la finalidad de ocasionar el menor daño posible a la
placa de crecimiento se han desarrollado diferentes técnicas quirúrgicas:
- Las que preservan la fisis. Hay diversas variantes, y todas tienen ventajas e inconvenientes. Desde que se probó la primera (en los años noventa) han ido afinándose para lograr mejores resultados y superar los inconvenientes que iban surgiendo. Actualmente se utilizan técnicas que hacen los túneles epifisarios desde dentro de la articulación. Están bien pensadas, pero resultan muy exigentes desde el punto de vista práctico. Por este motivo hay estudios que les atribuyen una tasa de complicaciones más alta que en los otros dos grupos de técnicas que en algún momento atraviesan la fisis. En realidad, no existe una recomendación firme en la literatura sobre en qué pacientes se deben aplicar, pero si parece que hay una tendencia a optar por ellas cuanto más pequeño es el niño (menos de 10 años ).
- Las que respetan la fisis parcialmente. Tenemos unas cuantas en este grupo. Sus autores han publicado series cortas de casos con seguimiento a medio plazo con muy buenos resultados. Algunos expertos hacen un túnel tibial y fijan la plastia en la huella femoral del LCA, otros la fijan en lo más alto del fémur…, pero todos logran su objetivo satisfactoriamente.
- Las técnicas transfisitarias. Éstas buscan conseguir colocar la plastia de manera isométrica y asegurar dos cosas: que dure más y que funcione mejor. Existen muchos estudios en animales que aportan información de cómo minimizar el riesgo de provocar un cierre fisario yatrogénico, pero nada en humanos por razones obvias. Estas técnicas están basadas en 4 principios que se han obtenido de la investigación animal:
- Realizar túneles lo más verticales posibles, ya que el área que lesionan en la placa fisaria es menor.
- Practicar túneles pequeños 6-7 milímetros; no más.
- Evitar el sobretensado de la plastia.
- No dejar ningún sistema de suspensión de la plastia (ni hueso, ni tornillos…) atravesando la fisis.
En general se recomiendan (porque no hay evidencia
científica firme) en niños más mayores (por encima de los 10-11 años), con un
riesgo de un 2% de provocar una lesión fisaria
y un 4% rerotura.
En estos supuestos es especialmente importante, si cabe, valorar cada caso
exhaustivamente en consulta y evaluar cuidadosamente tanto el estado físico del
niño, la inestabilidad de su rodilla, las pruebas de imagen, detallar su rutina
deportiva… y con todo ello decidir si es más conveniente operar o no.
Dr. Antonio Manzano
Dr. Ángel Villamor
Dr. Ángel Villamor
Hola mi hija se sacó la rodilla del lugar tí ene 9 años se la puede operar o no
ResponderEliminarHola mi hijo tiene 15 años y rotura parcial de ligamento cruzado anterior y no tiene estabilidad es recomendable operar gracias
ResponderEliminarSin ver el caso de tu hijo no podemos darte una respuesta válida al 100%. No obstante, sí hemos de decirte que dejar el LCA sin reparar y si, tal y como refieres, no hay estabilidad articular, lo más probable es que se produzca un desgaste de la articulación mucho más rápido. Si tu hijo es muy deportista y quiere seguir practicando deporte es especialmente importante que consultéis con especialistas para valorar una posible cirugía examinando sus pruebas diagnósticas, llevando a cabo una exploración específica y conociendo con detalle qué deporte practica y con qué intensidad. Si llamas al 915104400 o escribes a traumatologia@iqtra.com estaremos encantados de ayudarte lo antes posible. Asimismo, puedes recurrir a nuestro servicio de segunda opinión médica, cuyo enlace te adjuntamos, para aclarar muchas de tus dudas antes de desplazarte a nuestra consulta. http://www.iqtra.com/pacientes/consulta-segunda-opinion/
EliminarHola..mi hijo sufrió un desgarro de ligamentos anterior..juega al fútbol.. tiene 13 años..tiene un poco de estabilidad..puede jugar sin operar? O hay que operar si o si
ResponderEliminarSi hay inestabilidad deberíamos valorar el caso para ver hasta qué punto puede seguir jugando sin riesgo. Si llamas al 915104400 o escribes a traumatologia@iqtra.com estaremos encantados de ayudaros lo antes posible.
EliminarHola,mi hijo de 12años se rompió el ligamento anterior con desestructuración de algo que no recuerdo como se llama ,esta diagnosticado con resonancia. El fisioterapeuta me dice que tengo que esperar a que el niño crezca del todo para evitar tocar el cartílago de crecimiento .yo no quiero esperar porque es un niño que juega mucho a fútbol me gustaría saber si no lo opero ¿va a andar cojo hasta que desarrolle del todo?porque anda con una muleta de para apoyar.muchas gracias. Un saludo
ResponderEliminarHola. Sin conocer el caso previamente no podemos dar un diagnóstico concreto, sobre todo si está en juego una intervención quirúrgica. En cualquier caso, tal y como hemos especificado en el texto, actualmente la pauta de esperar a que el menor acabe de crecer no es absoluta, especialmente en pacientes deportistas, ya que ello suele tener más consecuencias negativas que positivas. No obstante, para aconsejaros de manera concreta deberíamos ver al peque en consulta.
EliminarBuenas noches me podrias sacarme de la duda ..esq mi hijo tiene 14 años se rompio el ligamento cruzado ..es posible que le agan Una artroscopia ..para limpiar el residuos y fortalecer y poder jugar futbol si nesesidad de operar hasta que cumpla su crecimiento
ResponderEliminar..que riesgo puede correr
No estamos seguros de entender a qué te refieres con "limpiar residuos y fortalecer" mediante artroscopia "sin necesidad de operar", ya que la artroscopia es una técnica quirúrgica. Por otro lado, en este post precisamente explicamos que la tendencia actual es operar el LCA para que el niño/adolescente pueda seguir haciendo deporte. Asimismo, explicamos que en estos supuestos es especialmente importante, si cabe, valorar cada caso exhaustivamente en consulta y evaluar cuidadosamente tanto el estado físico del niño, la inestabilidad de su rodilla, las pruebas de imagen, detallar su rutina deportiva… y con todo ello decidir si es más conveniente operar o no.
Eliminar