Chris Froome. | El Mundo |
Hola a todos:
Hace unos días, el mundo del ciclismo quedó consternado por un accidente que va a dejar este deporte sin una de sus grandes estrellas del momento: Chris Froome.
El ciclista británico, ganador de cuatro Tours de Francia y firme candidato a apuntarse un quinto si no hubiera sido por esta lesión, sufrió una tremenda caída cuando rodaba a más de 60km/hora en el reconocimiento de la contrarreloj del pasado miércoles en la localidad francesa de Roanne.
La durísima caída le ha provocado al ciclista la fractura de varias costillas, del fémur, del codo e, incluso, se habló de una posible fisura o fractura en la cadera, además de daños en el esternón. Según las informaciones reflejadas en los medios de comunicación estos días, además perdió dos litros de sangre hasta que pudo recibir atención médica.
Las fracturas más pequeñas a veces son las más graves
A priori puede parecer que de las fracturas que ha
sufrido Froome, las de fémur, e incluso si se hubiera confirmado la de la cadera, son las más
graves y las que más secuelas podrían dejar en el ciclista. Sin embargo, son las de codo y las costillas las que más deben preocupar a los especialistas quese están ocupando de él, tal y como expliqué en la sección de Deportes de El Mundo.
El fémur es un hueso largo y resistente, relativamente fácil
de recomponer. Gracias a las placas, clavos endomedulares y otros materiales de
síntesis de los que disponemos actualmente, sería posible incluso que el
deportista comenzase a entrenar rápidamente sin ningún contratiempo mientras se
va formando el callo de fractura.
Algo parecido ocurre en el caso de la cadera (si se hubiera confirmado el diagnóstico). La cara
externa proximal del fémur (la zona que suele sufrir este tipo de fracturas al
impactar contra el suelo tras una caída) es un área amplia en la que podemos
trabajar cómodamente para fijar placas, clavos y tornillos que confieren a la
articulación la resistencia suficiente como para que el paciente haga vida
relativamente normal en poco tiempo, incluso siendo un deportista de alto nivel.
No obstante, la fractura de una o varias costillas implica
soportar mucho dolor y serias dificultades para respirar de manera profunda, lo
que supone un grave obstáculo a la hora de entrenar, entre otras cosas porque también impide dormir y descansar suficientemente, algo fundamental en la preparación de un deportista.
Finalmente, el codo es una articulación pequeña y delicada que
suele afectar a los tres huesos que confluyen en ella (húmero, cúbito y radio).
La reparación y colocación de los pequeños fragmentos requiere una cirugía
minuciosa y muy precisa con un material muy específico, además de una rehabilitacióncompleja para evitar que queden rigideces o surjan atrofias que impidan
posteriormente un rango normal de movimiento.
Optimismo después de todo
La parte positiva es que, el ciclista ha evolucionado muy bien en estos días. Además, una
vez que las fracturas de Froome estén completamente consolidadas, no hay
motivos para temer secuelas o mermas en su rendimiento deportivo, máxime cuando
los deportistas de su categoría cuentan con excelentes profesionales a su
disposición, están en buena forma física y tienen una fortaleza mental que les
hace superar las situaciones más adversas en lo que a lesiones se refiere.
De hecho, el equipo de especialistas que le atiende ya ha comentado que aunque el ciclista se vaya a perder el Tour de Francia, lo verdaderamente crucial a la hora de marcar su regreso será el tesón y esa pasta especial de la que hablamos muchas veces los que tratamos deportistas de alto nivel.
A tenor de las declaraciones del propio Froome aún desde el hospital de St. Ettiene, no tenemos ninguna duda de que va a luchar con todas sus fuerzas:
"Sé lo afortunado que soy y lo agradecido que tengo que estar a todo el equipo médico. Tengo un un largo camino para recuperarme, pero ya estoy centrado en volver para dar lo mejor de mí".
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