viernes, 5 de diciembre de 2014

Terapia miofascial, la gran aliada del equilibrio, la postura y el rendimiento muscular



Hola a todos.

Hace unos días, la publicación SModa de El País se puso en contacto conmigo para que hablase con ellos de la fascia muscular, un elemento que al parecer tiene encandilada a la actriz Gwyneth Paltrow, famosa por abrazar todas las tendencias relacionadas con la salud y compartirlas en sus redes sociales.

Esta estructura de tejido conectivo que Paltrow llama 'órgano secreto' en realidad no es ni secreta ni novedosa, aunque sí una gran desconocida para el gran público, pese a que los que nos dedicamos a la traumatología (especialistas deportivos, rehabilitadores, cirujanos, fisioterapeutas…) conocemos los efectos de no mantenerla en buen estado y, por el contrario, las ventajas de la terapia miofascial sobre el organismo.


¿Qué es la fascia?

La fascia no es un órgano en sí mismo, sino una estructura de aspecto membranoso constituida de tejido conectivo (también llamado conjuntivo o de sostén). La fascia está presente en cada rincón el organismo, ya que envuelve todas las estructuras corporales para darles soporte, colocación, protección y forma.

Concretamente, la fascia muscular es la membrana que envuelve los músculos y los agrupa formando haces con los que tienen que estar juntos para cumplir la misma función. Asimismo, actúa como separador entre los paquetes cuyo trabajo es diferente, para que no se rocen o no se entorpezcan al cumplir su cometido.

¿Es sólo un envoltorio?

En absoluto. En la fascia hay conductos linfáticos encargados del drenaje y transporte de sustancias. Además, está dotada de receptores y terminaciones nerviosas que, cuando se ven afectadas, causan dolor y molestias en cualquier parte del organismo. En realidad, los problemas originados en la fascia demuestran que todo nuestro cuerpo está interconectado, ya que cuando se daña o adquiere una rigidez excesiva puede causar problemas en una zona alejada del foco del problema.

El recorrido de la fascia es continuo, de manera que cualquier cambio estructural de la misma en una determinada parte del cuerpo producirá restricciones en las partes distales. Si este problema se deja pasar y no se trata correctamente el paciente entra en un círculo vicioso de tensión y espasmo muscular que a su vez ocasiona una disfunción orgánica cuya manifestación fundamental es el dolor.

De hecho, tal y como digo en el artículo, "Un dolor cervical puede estar causado por una retracción en una zona muy distante, como por ejemplo un pie".

¿Y cómo se trata la fascia?

Con terapia miofascial es un método de diagnóstico y tratamiento que consiste en la estimulación mecánica a base de presiones sostenidas a través de diferentes niveles de movimiento corporal en todo el sistema fascial con el objetivo de ir eliminando las limitaciones funcionales. La eliminación de este tipo de restricciones hace que la fascia recupere su elasticidad. Eso se traduce en la desaparición progresiva del dolor y en la recuperación de la función del aparato locomotor que estaba afectada.

¿Qué otras ventajas tiene el trabajo sobre la fascia?

Un sistema fascial sano y elástico asegura al cuerpo la posibilidad de hacer movimientos en toda su amplitud, mejora la coordinación, el equilibrio y la postura. Además, a los deportistas de alta competición también les beneficia trabajar con terapia miofascial ya que el músculo puede optimizar su trabajo y mejora el rendimiento.

De hecho, en iQtra estamos relativamente acostumbrados a tratar el síndrome compartimental, una dolencia que vemos con más frecuencia en pilotos de motociclismo, pero que también afecta a otras disciplinas y que no es otra cosa que el entumecimiento y hormigueo que notan estos pacientes en determinadas zonas de su sistema locomotor (en los pilotos se da en el antebrazo, en escaladores puede ocurrir en los gemelos…) cuando el músculo se asfixia al no recibir suficiente riego sanguíneo por estar comprimido dentro de una fascia que le queda pequeña. En cuanto intervenimos y liberamos las fibras musculares el problema desaparece. En realidad es como vestir el paquete muscular con ropa de su talla.

¿Sólo los deportistas o gente que entrena puede beneficiarse del trabajo miofascial?

No. La fascia, como cualquier otro tejido del cuerpo envejece, se atrofia si no trabaja… de manera que cualquier persona puede sacar rendimiento y beneficios de la terapia miofascial. De hecho, cuando trabajamos con pacientes de la tercera edad vemos avances verdaderamente satisfactorios. En iQtra hace muchos años que dejamos de ver la edad en sí misma como una contraindicación absoluta para hacer ejercicio, cuidarse, operarse de ciertas patologías, soportar el dolor… y por eso trabajamos con nuestros pacientes por un envejecimiento saludable.

Es más, a nuestros pacientes mayores también les recomendamos mucho el yoga (una disciplina que ayuda a mantener la fascia elástica, además de aportar muchos beneficios a pacientes de cualquier condición física o edad) y la propiocepción, un procedimiento que parecía reservado a deportistas de nivel, pero que ha demostrado ser un gran aliado de nuestros abuelos para guardar el equilibrio, ganar movilidad y evitar caídas.

En definitiva, y aunque no alargue las piernas algunos centímetros, como asegura la actriz que dio lugar al reportaje y a esta entrada, lo cierto es que trabajar la fascia es una de las mejores maneras de asegurarnos una buen funcionamiento del sistema locomotor en particular y de nuestra salud en general.

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