sábado, 23 de marzo de 2019

Enrique Ponce; cómo ha sido la intervención de su rodilla catastrófica


El Dr. Villamor explica la lesión de Enrique Ponce. | El Mundo
El pasado lunes, en la Feria de Fallas, el quinto toro de la tarde cogió al diestro Enrique Ponce.

Producto de la voltereta, el torero sufrió una cornada de dos trayectorias. No obstante, la cornada que sufrió Enrique Ponce le provocó un desgarro parcial del músculo glúteo mayor que no reviste gravedad y de la que fue atendido en la propia plaza sin incidencias.

Lo más grave de esta cogida es la lesión que ha sufrido el diestro como consecuencia del impacto de la caída, que recayó completamente en la pierna izquierda, cuya rodilla ya presentaba una rotura de ligamento cruzado anterior que el torero arrastraba desde diciembre y que no había sido reparada por el deseo de Ponce de cumplir con sus compromisos en América.

La rodilla dañada no soportó la caída y sufrió una lesión muy grave que en traumatología definimos como “rodilla catastrófica”, para referirnos a la cantidad de partes afectadas que, según revelaron los estudios de imagen realizados (resonancia magnética en 3D, TAC y radiografías), eran: 

  • Rotura del Ligamento Cruzado Anterior (LCA) previa al incidente ocurrido en las Fallas.
  • Fractura con hundimiento de la meseta tibial (la región articular de la tibia con la rodilla). Esta fractura tiene una longitud de casi 10 centímetros que da lugar a un escalón articular de casi dos centímetros.
  • Rotura del menisco externo.
  • Rotura del menisco interno.
  • Rotura completa del ligamento lateral interno.
En iQtra vemos este tipo de lesiones tan complejas con relativa frecuencia en pilotos de motocilismo y en esquiadores que sufren caídas a gran velocidad e impactos de alta energía. Su reparación requiere de intervenciones minuciosas y muy sofisticadas para asegurar los buenos resultados.

La intervención

Enrique Ponce fue trasladado en ambulancia hasta Madrid la tarde del 20 de marzo. Una vez aquí, el Dr. Villamor y su equipo llevaron a cabo una evaluación de la lesión y registraron todos y cada uno de los daños asociados. 

Conforme a los resultados de las pruebas y la exploración, los especialistas planificaron minuciosamente la intervención quirúrgica, que se llevó a cabo el 21 de marzo, desde las 20 horas hasta pasadas las 12 de la noche, con anestesia epidural. 

El Dr. Villamor y su equipo accedieron a la articulación por artroscopia. Gracias a la artroscopia no es necesario practicar aberturas articulares, sino pequeñas incisiones de apenas un centímetro a través de las que se introduce una microcámara y el instrumental quirúrgico específico para llevar a cabo la reconstrucción de los fragmentos de la fractura tibial y devolverle su forma anatómica original. Además, los especialistas consolidaron la fractura con tornillos, agujas y una placa de estabilización. 

Asimismo, se aplicó un tratamiento con plasma rico enfactores de crecimiento destinado a estimular y optimizar la reparación natural de los tejidos. Por su parte los meniscos pudieron ser suturados, salvo un fragmento irrecuperable del menisco externo, que fue extirpado sin incidencias. 

Con respecto a la lesión previa en el LCA, se confeccionó un nuevo ligamento cruzado anterior a partir de un injerto procedente de banco de tejidos que fue enriquecido con células madre del paciente para facilitar el anclaje y la integración del nuevo ligamento.

Finalmente, se procedió a reconstruir el ligamento lateral interno realizando y reanclaje en la zona tibial de donde había resultado arrancado. Para ello se emplearon arpones intraóseos de material reabsorbible que permite suturarlo para que cicatrice justo en el punto de inserción original (la zona anatómica en la que estaba antes de la lesión).

Posoperatorio


Ponce pasó la noche con un catéter epidural sin novedades reseñables y ha comenzado las labores de Fisioterapia al día siguientes de la intervención. Según la visita realizada por la mañana, el diestro mueve la pierna y es capaz de tensar el cuádriceps, lo que sin duda es una excelente noticia.

El objetivo de comenzar este trabajo de recuperación a laspocas horas de la cirugía es drenar el hematoma postquirúrgico, aliviar la inflamación, restablecer la circulación sanguínea normal y evitar la aparición de atrofias, rigideces y pérdida de masa muscular que suele derivarse de los periodos de inmovilización total demasiado prolongados. 

Se trata de un procedimiento que seguimos habitualmente con todos los pacientes en iQtra, siempre que sus circunstancias clínicas lo permitan, para que la recuperación sea óptima. 

La excelente forma física y el espíritu de sacrificio presente en los deportistas y toreros de alto nivel facilita la labor del equipo que se encuentra al frente de la recuperación después de lesiones y cirugías. Entre todos, trabajaremos para que los tejidos operados se consoliden y las fracturas suelden correctamente hasta llegar a la recuperación completa.

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