Hola a todos:
Este sábado tuve la oportunidad de asistir a una jornada
apasionante, la Pfizer Digital Day, sobre nuevas tecnologías, inteligencia artificial e innovación
aplicada al ámbito de la Medicina.
Precisamente por lo interesante del
encuentro, lo primero que quiero hacer en este post es agradecer a Pfizer la
invitación a participar como ponente para explicar cómo estamos usando la
tecnología de impresión en 3D en iQtra.
Tampoco me quiero olvidar de Juan
Monzón, CEO de Exovite, por compartirla conmigo. El objetivo fundamental de la
jornada, en la que nos reunimos alrededor de 150 profesionales sanitarios, era
analizar y compartir las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías a la
Medicina y explicar los resultados que vamos obteniendo los que aplicamos estos
procedimientos innovadores y estos nuevos canales de comunicación.
Mientras preparaba mi intervención recordé que hace solo
cuatro años asistí a un curso de programación 3D, en el que seguramente yo era
el único médico entre ingenieros e informáticos. Después de aquellos dos días
de tormenta tecnológica, volví a Madrid con la clara convicción de que debíamos
introducir la impresión 3D en nuestra actividad quirúrgica y diagnóstica por su
enorme potencial para mejorar resultados, por la gran cantidad de aplicaciones
que ofrece y por su enorme versatilidad.
Desde entonces, en iQtra hemos ido descubriendo distintas
formas de emplear la tecnología 3D en nuestro desempeño. Comenzamos por la
sustitución de buena parte de la radiología a la hora de diagnosticar lesiones
y patologías complejas. Pronto descubrimos que el diagnóstico es mucho más
inmediato y preciso con una impresión tridimensional que nos permite girar y
tocar el hueso lesionado que llevarlo a cabo viendo pruebas radiológicas que
nos ofrecen únicamente la representación
en dos dimensiones. Muy rápidamente esta tecnología se ha ido convirtiendo en
un aliado más recurrente en nuestra actividad. Tanto es así que actualmente nos
valemos de este recurso para planificar de manera exacta, segura y precisa los
casos complejos en nuestro despacho unos días antes de la intervención.
Ensayo general para un resultado mejor
En este ensayo previo podemos diseñar y organizar el
instrumental más adecuado para cada caso, saber qué tipo de guías de corte o
perforación van a funcionar mejor… y probar cómo va a ser la implantación de
prótesis y material de osteosíntesis (placas, clavos y tornillos metálicos) en
el modelo tridimensional, que no es sino una réplica exacta de la zona real que
tenemos que operar. De esta forma, podemos llevar a cabo cirugías más breves,
más seguras, más precisas y más eficientes en términos de resultados.
Todo ello supone un extraordinario salto de calidad con respecto a lo que antes hacíamos de manera prácticamente artesanal, sin ensayos ni comprobaciones previas. Es cierto que con la experiencia y la práctica este proceso intuitivo y manual logra resultados muy buenos, pero también lo es que conlleva asumir una serie de imprecisiones que hemos superado gracias a esta innovación.
Todo ello supone un extraordinario salto de calidad con respecto a lo que antes hacíamos de manera prácticamente artesanal, sin ensayos ni comprobaciones previas. Es cierto que con la experiencia y la práctica este proceso intuitivo y manual logra resultados muy buenos, pero también lo es que conlleva asumir una serie de imprecisiones que hemos superado gracias a esta innovación.
De hecho, ya estamos diseñando implantes protésicos que se
adaptan como un guante a la anatomía y particularidades patológicas de nuestros
pacientes. Antes de disponer de esta tecnología, nosotros mismos recortábamos
clavos y tornillos o moldeábamos las placas sobre la marcha para, por ejemplo,
adaptarnos a la curvatura de la clavícula que estábamos operando. Todo ese trabajo ahora puede hacerse con precisión milimétrica gracias a la impresión 3D.
En este tiempo, no han sido pocas las veces que nos han
planteado una serie de preguntas de manera recurrente: ¿realmente merece la
pena este despliegue? ¿por qué meternos en el engorro de imprimir en 3D si hace
años que el TAC nos ofrece reconstrucciones tridimensionales con las que parece
que tenemos la fractura delante de nosotros? ¿por qué introducirnos en este
nuevo aprendizaje si ya habíamos participado en el diseño de un sistema deagujas para afinar en la colocación de prótesis que había recibido elreconocimiento en congresos internacionales?
Tal y como expuse en mi intervención del sábado, este
despliegue merece tanto la pena porque es como pasar del cuadro pintado a la
escultura. Gracias a la impresión 3D accedemos a una representación exacta de
la lesión, no a una imagen que necesita la traducción de un especialista en radiología.
Con estos modelos no necesitamos traductor para comprender, algo que resulta
fundamental cuando tenemos delante problemas complejos en los que necesitamos
valorar no solo la información que nos dan los ejes X e Y de las radiografías,
sino también la profundidad del hueso, las posibles anomalías que puede
presentar una articulación o las irregularidades que a veces nos encontramos en
la superficie ósea.
En mi exposición puse el ejemplo de las fracturas espiroideas (roturas óseas en
espiral), que resultan muy difíciles de reproducir en nuestro cerebro por
muchas proyecciones planas que tomemos como referencia. También referí el caso
de las pequeñas fracturas que a veces quedan enmascaradas por la superposición
de imágenes que ocurre en las radiografías simples y que no éramos capaces de
apreciar hasta la llegada del TAC y del TAC 3D.
Aplicaciones de la impresión 3D para ver mejor las fracturas óseas complejas
La
aplicación correcta del material de síntesis es la principal preocupación que
tenemos los especialistas a la hora de reparar una fractura. El motivo no es
otro que de la rigurosidad con la que implantemos placas, tornillos y clavos va
a determinar el éxito de la curación del paciente.
En el caso de las fracturas de cadera, es fundamental que al empezar la síntesis de la misma, el clavo entre perfectamente centrado en los tres planos del espacio a lo largo del cuello y la cabeza del fémur. Esto nos obliga a usar muchos rayos X durante la cirugía y a girar el aparato en torno al fémur para controlar el avance de la broca y del tornillo, manteniendo a la vez un contacto estrecho y sólido entre ambos fragmentos de fractura. Este proceso es laborioso, complejo y requiere de una gran habilidad y técnica para conseguir que todo encaje a la perfección.
En el caso de las fracturas de cadera, es fundamental que al empezar la síntesis de la misma, el clavo entre perfectamente centrado en los tres planos del espacio a lo largo del cuello y la cabeza del fémur. Esto nos obliga a usar muchos rayos X durante la cirugía y a girar el aparato en torno al fémur para controlar el avance de la broca y del tornillo, manteniendo a la vez un contacto estrecho y sólido entre ambos fragmentos de fractura. Este proceso es laborioso, complejo y requiere de una gran habilidad y técnica para conseguir que todo encaje a la perfección.
Pues
bien, gracias a la imagen del TAC podemos, en el ordenador, hacer transparente nuestro hueso para
guiar el tornillo por donde y hasta donde queramos. A partir de este modelo,
confeccionamos una guía externa que, una vez impresa, nos permite llevar la broca
y el tornillo al lugar exacto donde debe ir sin necesidad de rayos X y en un
solo intento. Estas guías nos han servido de la misma manera para acertar con
suma precisión en las inyecciones intraóseas de factores de crecimiento o de células madre; terapias biológicas extraordinariamente útiles para lograr
mejores recuperaciones después de lesiones y cirugías. Asimismo, nos hemos
ayudado de esta precisión al inyectar cemento biológico en huesos debilitados
prescindiendo de las exposiciones prolongadas a los rayos X de antaño.
Volviendo
al caso de las fracturas que necesitan material de síntesis, es necesario
recordar que necesitan modelos de ajuste o acoplamiento absolutamente exquisito
para que los fragmentos de fractura queden bien ensamblados y el esqueleto roto
recobre la forma anatómica previa a la fractura. Hasta hace poco, únicamente
podíamos acceder a una única superficie de fractura, lo que incrementa
notablemente el riesgo de no llevar a cabo una reconstrucción totalmente
certera.
No obstante, disponer de la impresión en 3D de la imagen especular del lado contrario sano, nos permite modelar una placa perfecta que nos garantiza que con solo ponerla sobre la superficie del hueso, encaja en su forma a la perfección. Además, podemos ver el resto de la fractura que, en muchos casos, queda escondida en el caso del paciente, por el resto de estructuras anatómicas.
No obstante, disponer de la impresión en 3D de la imagen especular del lado contrario sano, nos permite modelar una placa perfecta que nos garantiza que con solo ponerla sobre la superficie del hueso, encaja en su forma a la perfección. Además, podemos ver el resto de la fractura que, en muchos casos, queda escondida en el caso del paciente, por el resto de estructuras anatómicas.
Reconstrucciones más precisas en deformidades óseas
En mi
exposición también referí el caso de una fractura de clavícula que había
consolidado acortada y deformada. Esto impedía que el paciente tuviera una
funcionalidad completa, de manera que su desempeño profesional (se trataba de
un deportista de élite) se veía seriamente afectado. Esta consolidación
deficiente de su clavícula, además le generaba contracturas musculares
constantes por acortamiento de la cintura escapular. Gracias a la obtención de
la imagen especular de la clavícula contraria sana pudimos planificar
milimétricamente el modo de volverla a romper del modo más preciso para poderle
dar su forma original. Eso además de poder modelar una placa completamente a
medida para usar posteriormente en quirófano.
Prótesis de rodilla complejas
Finalmente,
expuse el caso de otro de nuestros pacientes, quien había perdido parte del
extremo del fémur hacía veinte años. Yo se lo había operado usando los mejores
procedimientos disponibles hace dos décadas con una pieza de banco de tejido
(procedente de un cadáver). Aunque la cirugía había sido un éxito en su
momento, la reconstrucción adolecía de las limitaciones propias de la falta de
recursos tecnológicos de los que hoy sí disponemos. Hace poco, el paciente
empezó a sentir molestias y decidimos ponerle una prótesis de rodilla. Esta es
una cirugía que ha de basarse en guías de corte muy precisas que se apoyan en
la anatomía del paciente para indicarnos con plantillas los cortes que hemos de
hacer para dejar espacio a la prótesis. La precisión en este proceso es
esencial para que la rodilla funcione y tenga el eje correcto.
Cuando
existen deformidades o irregularidades óseas importantes, estas guías no son
capaces de compensarlas, de manera que si nos fiamos ciegamente de ellas no
lograremos un resultado óptimo, ya que no estaremos corrigiendo dichas
deformidades. Gracias al modelo 3D especular de la rodilla contraria, hemos
podido diseñar suplementos que compensasen las deformidades mayores para poder
aplicar prótesis a estos pacientes que antes debían resignarse a no obtener un
resultado excelente.
Cuando
empezamos a adquirir experiencia en este procedimiento nos dimos cuenta de que la
impresión 3D nos podía dar el suplemento impreso para convertir la rodilla en
una anatómicamente igual a la contralateral y así nos evitábamos el proceso
artesanal de confeccionar de suplemento de guías con el simple gesto de ponerlo sobre el
defecto del paciente. De hecho, la prótesis de cadera es una de las que más
ventajas puede sacar de la tecnología de impresión 3D.
Recambios de prótesis de cadera
Esta
intervención también requiere de una enorme precisión a la hora de encajar y
orientar las piezas de la articulación, ya que de ello depende que el paciente
no tenga dolor, recupere la funcionalidad de la cadera y de que la prótesis no
se afloje fácilmente. No obstante, cuando la anatomía está alterada, algo que
sucede con cierta frecuencia, ya que nuestro esqueleto no es perfecto y
simétrico como el de los modelos de resina que vemos en las clases, debemos recurrir
a suplementos que rellenen huecos o que amplíen la forma de la prótesis. Todo
ello convierte la cirugía en algo artesanal que en ocasiones hay que improvisar
sobre la marcha haciendo varias pruebas con piezas de distinto tamaño o forma
para adecuar el implante que vas a poner a un paciente que presenta un defecto
único.
Con la
reproducción 3D, podemos hacer en nuestro despacho cuantas pruebas sean
necesarias para llegar a quirófano con todo claro y probado. Por ese motivo ya
se están llevando a cabo diseños metálicos que, impresos en 3D, son el implante
a medida que se ajusta perfectamente a los requerimientos de cada caso.
Las
posibilidades de esta tecnología son, casi me atrevería a decir, infinitas y en
iQtra hemos asumido el reto de ir un paso más allá en busca de la excelencia,
como hemos hecho siempre… pero ahora de manera más precisa.
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