Cuida los pies de tu pequeño, también en verano. | FreeDigital.net |
Seguimos en verano, como habréis podido comprobar por las altísimas temperaturas que nos tienen a todos asfixiados y seguimos hablando de pies, ya que si durante el resto del año son los grandes olvidados de nuestro aparato locomotor (algo paradójico teniendo en cuenta su gran importancia) en verano casi se puede decir que son hasta maltratados por calzado inadecuado, excesiva sudoración, hongos...
En Esta ocasión, os hablamos de cómo cuidar los pies de nuestros niños en la época estival; algo de vital importancia, dado que en la etapa de crecimiento, el pie del pequeño es especialmente vulnerable a malas posturas y a malformaciones en el desarrollo que pueden pasarle factura en la edad adulta.
Son muchos los padres que acuden
con sus hijos durante todo el año a nuestra Unidad de Podología para
solucionar y prevenir las patologías más frecuentes en los pies de los niños
que pueden tratarse mediante técnicas ortopédicas como son los pies planos,
valgos, dedos en martillo…
Hoy en día, gracias al avance en
la investigación en materiales podológicos, conseguimos tratamientos realmente
efectivos sin la necesidad de utilizar calzados ortopédicos o especiales,
simplemente educando a los padres en el uso y elección de los zapatos más
adecuados, tanto para favorecer la estabilidad del pie como para la correcta sujeción de
las plantillas que deban utilizar los peques.
El problema surge habitualmente
cuando llega el verano y las altas temperaturas nos impiden que los niños utilicen
calzado cerrado en todo momento. El uso de calzado abierto, tipo sandalias, es
casi imprescindible cuando éstos se pasan horas en la piscina o la playa, pero este cambio no debe suponer descuidar el bienestar de sus pies.
La sandalia ideal para los más pequeños
La elección de las sandalias no
debe tomarse a la ligera aun siendo un calzado que se utiliza durante unas pocas
semanas en el año. Debemos huir siempre del calzado con muy poca sujeción o
sólo con sujeción delantera, ya que el talón del niño es la parte más vulnerable
a los cambios y la que más estabilidad necesita. Por tanto, nunca debemos dejar
que utilicen sandalias que sólo se sujeten a los dedos, ya que pueden provocar
deformidades en los mismos además de inestabilidad.
La sandalia ideal para los más
pequeños deberá tener siempre sujeción trasera de algún tipo, aunque sólo sea
una cincha, para estabilizar el talón. El agarre delantero nunca debe ir entre
los dedos, sino sobre ellos, y será mejor cuanta más superficie cubra en el
dorso del pie. Éstos son los requisitos imprescindibles, pero sumamos un agarre que suba hasta el tobillo y que el apoyo en la planta tenga
forma para sujetar el arco interno del pie en lugar de ser totalmente plano,
estaremos proporcionándoles a nuestros hijos el mejor cuidado para los pies
cuando el uso de plantillas no es posible.
Educación postural
El tratamiento ortopédico en los
niños, además, siempre debe complementarse con ejercicios y técnicas de
reeducación postural que el fisioterapeuta indica para realizar en casa. Ya que
en verano la continuidad en el uso de las plantillas se vuelve mucho más
difícil, es el momento ideal para que reforcemos la importancia de este
tratamiento complementario, aprovechando que los niños tienen mucho más tiempo
y menos obligaciones que el resto del año.
Por tanto, siguiendo una serie de
reglas básicas para la elección del calzado y aprovechando que el ejercicio en
el verano es siempre más apetecible, estaremos cuidando la salud de los pies de
los niños de la casa sin que ello les suponga ningún tipo de limitación o
impedimento para disfrutar el verano como se merecen.
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