La lesión de Dembélé es grave, pero tiene buen pronóstico

Dembélé durante el partido contra el Getafe. | Miguel Ruiz-FCB

Hola a todos:

Estos días los aficionados al fútbol están algo preocupados por la lesión de Ousmane Dembélé, reciente fichaje del FC Barcelona. Apenas había transcurrido media hora de partido el pasado sábado contra el Getafe cuando el futbolista hizo un pase de tacón a un compañero y comenzó a quejarse de un pinchazo en el muslo izquierdo. Inmediatamente después el jugador tenía que ser sustituido y se confirmaba la naturaleza de su lesión: rotura del tendón bíceps femoral del muslo izquierdo.

Tal y como he explicado en un texto que me pidieron para el diario El Mundo, la lesión que sufre Dembélé es grave y no se cura rápidamente, pero afortunadamente tiene buen pronóstico.

 Una lesión de futbolistas

El bíceps femoral es un músculo alargado que a su vez forma parte de los isquiotibiales; el gran grupo muscular situado en la parte posterior del muslo. La lesión que ha sufrido el deportista azulgrana, consiste en la rotura por arrancamiento del tendón que ancla el bíceps femoral al isquion izquierdo; el hueso que constituye las posaderas.

Esta lesión es mucho más frecuente en el fútbol que en otros deportes por las particularidades que presenta este deporte en lo referente a la carrera. En la manera habitual de correr, el cuádriceps y el glúteo de la pierna que queda atrás son los que empujan nuestro cuerpo hacia adelante. En fútbol, cuando los jugadores clavan los tacos en el césped corren de manera similar a como lo hacen los felinos; es decir, con un movimiento de tracción sobre los isquiotibiales de la pierna que va delante.

Este gesto confiere más explosividad y potencia a la hora de esprintar, pero también hace al jugador más vulnerable a lesiones como la de Dembélé, ya que los tendones isquiotibiales no están diseñados para soportar esta tensión tan intensa de manera tan repetida, por lo que acaba rompiéndose a raíz de del movimiento brusco. 

Cirugía de reanclaje

La intervención que van a realizarle al deportista francés, puede hacerse de manera abierta o mediante artroscopia, según la técnica que mejor domine el especialista que vaya a realizar la cirugía. 

Independientemente del abordaje escogido, la cirugía consiste en volver a anclar el tendón del bíceps femoral al hueso isquion mediante un sistema de arpones y suturas que, gracias a los avances en técnicas quirúrgicas y materiales que se han llevado a cabo en los últimos años, ofrecen excelentes resultados postquirúrgicos y permiten al paciente apoyarse y caminar desde el primer día, lo que a su vez evita las indeseables secuelas de las inmovilizaciones demasiado prolongadas que ya os hemos mencionado en otras entradas del blog (atrofias, pérdida de masa muscular, problemas circulatorios y de movilidad, debilidad, adherencias...).

Desde el primer momento los responsables de la recuperación del futbolista tendrán que aplicar protocolos de rehabilitación temprana para permitir que el tendón cicatrice correctamente, haga una unión fuerte y al mismo tiempo resulte suficientemente elástico. Cuando el tejido operado no se trabaja correctamente es muy habitual que quede demasiado rígido, en cuyo caso es mucho más susceptible de romperse de nuevo ante cualquier tensión o tracción brusca.

A pesar de estas particularidades y precauciones que hemos mencionado en el tratamiento de lesiones de este tipo, lo cierto es que la desinserción o arrancamiento del tendón tarda más en curar pero tiene mucho mejor pronóstico que, por ejemplo, las roturas musculares. Éstas son muy complicadas de suturar y es difícil que queden perfectas. Así, suelen dejar cicatrices que causan molestias y nuevas lesiones a medio y largo plazo.

Por ese motivo, una vez que Dembélé pase por quirófano y se cumplan los tres o cuatro meses que los especialistas calculan para su recuperación, seguramente volverá a los terrenos de juego y se olvidará por completo de esta lesión.