viernes, 2 de agosto de 2013

Método Pilates: del gimnasio a la consulta del fisioterapeuta

El método Pilates se ha ganado un hueco
en los protocolos de los rehabilitadores. | FreeDigitalPhoto.net
Hola de nuevo.

El otro día, durante una conversación informal, se extrañaron de que en iQtra empleásemos el método Pilates como parte de los protocolos de recuperación que nuestros fisioterapeutas diseñan para los pacientes.

Prácticamente todo el mundo sabe a grandes rasgos en qué consiste, aunque la mayoría de la gente considera que es fundamentalmente una forma de entrenarse.

Sin embargo, las ventajas de este procedimiento son muchas y van más allá del gimnasio. Nuestras fisioterapeutas Ana Fernandes y Carolina Fernández han preparado esta entrada para explicarons todos los secretos de Pilates.

Todos hemos oído hablar del método Pilates, bien porque algún conocido lo practica, bien porque nos lo han recomendado, pero por las preguntas que nos llegan a la consulta constatamos que sigue habiendo muchas dudas sobre el tema. Las que más se repiten son las siguientes y son las que esperamos aclararos.

  • ¿Qué es el método Pilates?
Este método fue creado por Joseph Hubertus Pilates a mediados del siglo pasado a partir de fundamentos sacados de la traumatología, la gimnasia y el yoga. Es una forma de trabajar cuerpo y mente, ya que los ejercicios han de realizarse con la máxima concentración. Ningún movimiento se lleva a cabo al azar.

  • ¿Cuáles son sus principios básicos?
Esta técnica que promueve el equilibrio entre el aparato respiratorio, el sistema musculoesquelético y el alineamiento corporal, combinando ejercicios de control abdominal, facilitación de movimiento y enfoque mental. Inicialmente Pilates denominó a su técnica "contrología" porque persigue la completa "coordinación de mente, cuerpo y espíritu”. Se fusionan principios que incluyen elementos físicos y cognitivos, como la centralización (partimos de una base estable), concentración, precisión, alineación, coordinación, fluidez y respiración.

  • ¿Puedo hacer Pilates aunque mi forma física no sea excelente?
Sí. Los ejercicios van progresando desde movimientos básicos, eliminando la gravedad, a ejercicios más complejos y funcionales, combinando coordinación, estabilidad y equilibrio contra la gravedad que tira de nuestro cuerpo. Lo bueno de practicar Pilates es que se adapta a diferentes niveles de rendimiento físico y provoca resultados rápidos, lo que promueve también su popularidad.

  • ¿Qué es el core stability?
Este término tan usual en Pilates no es otra cosa que núcleo que estabiliza todo nuestro cuerpo y que es el que hay que trabajar para corregir las descompensaciones de todo el aparato locomotor. Este sistema estabilizador está formado por la musculatura profunda de abdominales, suelo pélvico y tórax. Este trío forma un cinturón o faja central que (cuando está tonificado y trabajado) ancla el cuerpo, facilitando así el movimiento de las extremidades y la columna vertebral. Si éstas se mueven estando sujetas a una base estable (el cinturón del que hablamos) se evitan sobrecargas, tirones, dolores...

  • ¿Suelo o máquinas?
Inicialmente su método comenzó a desarrollarse con ejercicios de mat (esterilla o suelo) y posteriormente se fueron introduciendo máquinas: cadillac, reformer, silla y barril. En todas ellas existe una superficie de apoyo de distintas dimensiones según el aparato y una serie de muelles, barras y plataformas deslizantes que inducen movimiento facilitándolo o frenándolo.

  • ¿Cuál ha sido la evolución del método Pilates?
Pilates se hizo bastante popular sobre todo entre los bailarines y coreógrafos cuyos entrenamientos intensivos y lesiones derivadas les obligaban a pasar largos periodos de recuperación e inactividad. Gracias a este procedimiento tenían la oportunidad de curarse llevando a cabo una serie de ejercicios que les permitían mantener su estado físico a la vez que evitaban la  posibilidad de recaída o lesión. De hecho, varios trabajos que avalan el método Pilates para la recuperación de lesiones se llevaron a cabo con bailarines. En la última década el método ha ido evolucionando, pasando de un método tradicional (exclusivo del mundo de la danza), a uno modificado, que es el que se aplica en el entorno de la rehabilitación. 

  • ¿Qué persigue la rehabilitación con Pilates?
Básicamente corregir malas posturas y movimientos nocivos. Éstos pueden producir patologías además de ser el resultado de las mismas. Está demostrado que la corrección de la disfunción del movimiento disminuye la incidencia de dolores, acorta los episodios dolorosos y evita las recaídas. Pilates trabaja sobre los tres pilares básicos en este aspecto: inestabilidad de los segmentos corporales, disfunciones del movimiento y adpoción de malas posturas.

  • ¿En qué se diferencia el Pilates de otros métodos como el yoga?
Pilates aglutina los principales beneficios de otros métodos como la gimnasia tradicional o el yoga, con el que presenta muchos puntos en común, aunque también diferencias básicas. Esta manera de entrenar incide en la tonificación muscular y en el trabajo puramente físico, pero también presta atención a la flexibilidad, a la respiración y a la concentración. Los ejercicios se realizan de manera pausada porque tienen una estructura determinada a la que hay que prestar atención. Se ha de controlar todo el cuerpo, ya que todo él entra en juego para realizar el trabajo. Es más importante la manera de ejecutar el ejercicio que hacer muchas repeticiones. 

Todo ello ha de acompañarse de una respiración adecuada. Tanto en yoga como en Pilates se hace énfasis en tomar conciencia de la forma en la que respiramos y se conmina al alumno a llevar a cabo respiraciones profundas tanto al inhalar como al exhalar. En ambas disciplinas se hace una respiración intercostal. Sin embargo, el yoga acentúa una respiración diafragmática, mientras que Pilates lo hace en la torácica.

Ambos son ejercicios de bajo impacto, pero en yoga los movimientos se ejecutan desde una posición estática. En Pilates se llevan a cabo una serie de repeticiones dinámicas de un mismo movimiento. Ambos son ejercicios anaeróbicos, es decir, el trabajo es en baja frecuencia cardiaca. Fortalece la musculatura sin aumentar excesivamente el volumen muscular. Aumenta la flexibilidad, mejorando el movimiento y reduciendo la posibilidad de lesiones.

  • ¿Y qué tiene que ver con la gimnasia convencional?
Con la gimnasia tradicional también comparte algunas semejanzas y diferencias. La gimnasia convencional es normalmente de intensidad mayor, llegando a considerarse una actividad aeróbica si requiere mucho consumo de oxígeno y aumenta la frecuencia cardiaca. Esta disciplina tiene más impacto que las dos mencionadas anteriormente, lo cual hace que esté vetada para algunos usuarios. Es cierto que en gimnasia se hacen repeticiones como en Pilates, aunque el ritmo es más rápido, normalmente con impacto y a veces con cargas o accesorios como las pesas. Finalmente, y al contrario de lo que sucede en Pilates y yoga, en la gimnasia no se presta tanta atención ni a la precisión de los movimientos ni a la respiración.

  • ¿Quién puede practicar Pilates?
El Pilates modificado está indicado para todo tipo de personas; tanto si quieren cuidar su cuerpo como si lo que buscan es corregir las malas posturas que a su vez les causan molestias articulares o musculares.

  • ¿Necesito supervisión?
Sí. Dada la importancia de la respiración y de la precisión a la hora de ejecutar los ejercicios, es necesaria la intervención de un profesional que nos instruya y nos corrija sobre la marcha. Con la experiencia se pueden realizar ejercicios individualmente, pero en los inicios y durante la rehabilitación el profesional adecuado es imprescindible.

Además, en las sesiones analizamos el morfotipo del paciente, es decir, la postura que tiene tanto en posición estática como en dinámica. Así se determina qué movimientos desencadenan la molestia y cuáles pueden incrementar el riesgo de provocar un problema musculoesquelético futuro (tendinopatía de hombro, lumbalgias, hernias discales...) debido a su inadecuada ejecución. También determinamos si existen movimientos compensatorios por miedo a sufrir el dolor que a su vez está causado por otra enfermedad o lesión... Asimismo, evaluamos la respiración para ver si se realiza de forma correcta y si ésta se relaciona con una posición determinada de la caja torácica, de la cual parten músculos hacia el tren superior y hacia los miembros inferiores. Es decir, observamos la conexión del core con el resto del cuerpo y si ésta no es correcta la reeducamos.

  • ¿Quién NO puede practicar Pilates?
En realidad, no existen contraindicaciones absolutas. El paciente que venga por primera vez es sometido a un examen exhaustivo y el nivel de los ejercicios se adapta, de manera que es totalmente personalizado. Por ejemplo en caso de prótesis de rodilla o cadera, se modifica la movilidad de la articulación en función de la fase en la que se encuentre el paciente en su recuperación.

En caso de pacientes con osteoporosis, se evitan los trabajos con carga y los apoyos prolongados. Las mujeres embarazadas, más por prevención que por contraindicación, no harán Pilates durante el primer trimestre de gestación, a menos que ya tenga experiencia previa en esta disciplina. Lógicamente, los ejercicios también se adaptan a la fase de embarazo y a los cambios que sufre su cuerpo. Lo mismo sucede con los que padecen hernias discales; no harán ciertos ejercicios que les pueden perjudicar.

La clave del uso de Pilates en Fisioterapia es personalizar las rutinas de ejercicios según el nivel físico del paciente, la presencia de dolor o no, el morfotipo y sus características particulares. De ahí la insistencia en contar con supervisión profesional.

* Carolina Fernández
Ana Fernandes
Fisioterapeutas en iQtra 

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