En esas dos ultimas semanas he cumplido con dos compromisos científicos que tenía adquiridos desde el año pasado. Uno es el participar como profesor en el Curso Práctico de Artroscopia de Cadera cuyas prácticas en cadáveres constituyen un área didáctica inigualable. El segundo es la reunión de la Sociedad Internacional de Artroscopia de cadera (ISHA 2011) en París. Esta convocatoria reúne a todos los especialistas del mundo para presentar experiencias y trabajos de investigación y así poder aunar criterios acerca del tratamiento de lesiones de cadera que hasta ahora casi desconocíamos o, cuando menos, manejábamos de modo incierto.
Las impresiones y conclusiones que he adquirido observando a los alumnos en Frankfurt, donde ya estuve el año pasado, también como docente, es que en España existe ya un nivel importante de concienciación de lo importante que es este avance médico, la artroscopia en esta articulación, que nos permite tratar lesiones tan frecuentes como la alteraciones del labrum o el choque femoroacetabular como importante medida terapéutica y también preventiva para evitar una futura degeneración artrósica de la cadera.
Un nivel cada vez mayor
El nivel de los asistentes ha sido mucho más avanzado que el año pasado, todos muy bien documentados y muchos de ellos con cierta experiencia en la práctica de artroscopias de cadera. Lo que en los primeros años parecía costarnos a la hora de intentar convencer a distintos especialistas acerca de la importancia de esta patología de definición reciente (pinzamiento o choque femoroacetabular), ya parece en la mente de la mayoría constar como algo real e importante. De hecho, en esta oportunidad también hemos recibido invitaciones para asistir a cursos de medicina deportiva en los que igualmente demuestran estar muy involucrados en el tema.
En cuanto a lo que mas me ha llamado la atención en el congreso de París, ha sido el que la mejoría estadística en cuanto a los resultados positivos que estamos experimentando está en consonancia con los presentados por otros especialistas, y las conclusiones a que llegamos van siendo cada vez mas alentadoras.
Es cierto que hemos de avanzar en la Medicina de modo pausado debido a la prudencia que exige el trato del paciente y ello se refleja en que nunca llegamos a conclusiones que nos hagan arrepentirnos de lo hecho hasta ahora. En todo caso podemos lamentarnos de la lentitud en estos avances que siempre han de ser seguros.
Un buen sabor de boca
Una de las conclusiones que más me animan es que, parece que la reparación del labrum está prácticamente admitida como positiva, que es una idea que nosotros siempre hemos avalado, pues es una estructura importante en la articulación. Además, la actuación temprana, tanto en el diagnóstico como en el tratamiento, es otra de las máximas más aceptadas y eso también es algo en lo que siempre hemos sostenido, pero que realmente cuesta mucho trabajo comunicar por la corta experiencia en el tiempo que existe en este tipo de cirugía.
La técnica quirúrgica está casi completada con una seguridad y fiabilidad importantes, los instrumentales y dispositivos con los que reparar las lesiones también, y las indicaciones y revisiones de resultados obtenidos se mueven con una rapidez e interés cada vez mayor. Por ello vuelvo de estas reuniones con un ánimo más que positivo y una esperanza de que pronto pase esta fase de cierta incertidumbre para llegar a la tranquilidad de saber que podemos mejorar a nuestros pacientes con la misma seguridad de la que disfrutamos en otras áreas de nuestra especialidad.
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