lunes, 6 de marzo de 2017

Buena técnica, clave para nadar sin lesiones

Hola a todos.

En nuestra última entrada hablábamos de la dificultad que suponía tratar las lesiones de hombro y la importancia de ponerse en manos de profesionales experimentados si se sufre un percance que afecte a esta zona para recuperarse del todo y evitar posibles secuelas en el futuro.

Este aviso es especialmente importante para los que han escogido la natación para estar en forma. Según la experiencia que tenemos en iQtra las tendinitis en el manguito rotador es quizá la lesión más habitual entre los que nadan habitualmente.

En todo caso, conviene partir de la base de que la natación es una de las disciplinas deportivas más completas y recomendables para mantenerse en forma no solo durante el verano, sino también en estos meses fríos, donde en una piscina cubierta puede convertirse en el lugar de entrenamiento perfecto. Nadando trabajamos la musculatura de las piernas, del tronco y de los brazos en un medio que evita el impacto articular y permite hacer ejercicio sin necesidad de aplicar tanta fuerza como fuera del agua. 

Esto no solo hace que la natación sea un deporte apto para cualquier edad, sino que además ha convertido a la piscina en una aliada fundamental en muchos de los programas de rehabilitación que aplicamos a nuestros pacientes. 

No obstante, y a pesar de que el riesgo de lesión es bajo, no es una actividad exenta de algunos riesgos derivados fundamentalmente de una mala técnica o de sobreesfuerzos continuados.

El hombro
La mitad de las lesiones que se producen en natación afectan al hombro debido al movimiento repetitivo del brazo por encima de la cabeza en el estilo crol, que es el que se practica más frecuentemente, el crol. De esta forma, la tendinitis del manguito rotador es especialmente habitual entre los que practican crol y mariposa. El síntoma más característico es un dolor punzante al tratar de elevar el brazo. La bursitis subacromial  y la tendinitis  bicipital también son frecuentes en el hombro del nadador.

La espalda
El movimiento propulsivo de las piernas en los estilos braza y mariposa puede producir una curvatura excesiva en la parte lumbar de la espalda. Las tensiones acumuladas en esta zona conducen en ocasiones a la aparición de lumbalgias.

Las rodillas
La denominada rodilla del bracista es un problema que afecta a nadadores del estilo braza, cuyas rodillas se flexionan numerosas veces en rotación externa incidiendo en el ligamento lateral interno. Se manifiesta con dolor sobre la cara interna de la rodilla, intensificándose en la propulsión de la patada de braza.

Consejos para prevenir las lesiones más frecuentes del nadador 

  • Dado que la mayor parte de las lesiones en natación tiene su origen en el sobreuso, quizá la principal recomendación para empezar es fortalecer bien los grupos de músculos grandes, incluyendo el manguito rotador, los que rodean la escápula y los músculos principales del cuerpo o core (músculos de la zona lumbar, pelvis y caderas).
  • Depurar la técnica de nado también es determinante a la hora de evitar lesiones.
  • Para reducir la resistencia y necesitar menor esfuerzo al nadar se debe mantener una alineación horizontal del cuerpo, con la cabeza mirando hacia el fondo de la piscina y las caderas en la superficie del agua.
  • Los movimientos de brazos y piernas deben ser suaves y limpios, evitando patadas demasiado profundas.
  • Mantener la cabeza siempre en línea con el tronco durante el ejercicio ayuda a evitar la sobrecarga de los hombros
  • Es fundamental emplear técnicas de respiración apropiadas: al respirar por los dos lados (respiración bilateral), la carga se distribuye entre los dos hombros y prevenimos los desequilibrios musculares.
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