jueves, 15 de septiembre de 2016

Cirugía de la mano; sofisticada, compleja y de mejor pronóstico que hace pocos años


Bruno Hortelano celebrando su medalla en los JJOO Rio2016.
Hola a todos.

Casi no habíamos terminado de celebrar los éxitos de nuestros atletas en Rio de Janeiro cuando nos sorprendió la triste noticia de que el campeón Bruno Hortelano había sufrido un accidente de tráfico que había causado graves lesiones en su mano derecha.

Una vez sabido que la vida de los ocupantes del vehículo no corría peligro, empezó a cundir la preocupación por el riesgo de amputación que, al parecer, presentaba la mano del atleta. Según el parte médico que se publicó en esos días, Hortelano llegó al Hospital 12 de Octubre con la mano en estado "catastrófico", por lo que se le había tenido que someter a una intervención quirúrgica larga y complicada para realizare una limpieza de todas las zonas afectadas. 

Se le habían reconstruido los tendones extensores del segundo al quinto dedo y, aunque hoy mismo se ha sometido a una segunda intervención, el entorno de Hortelano se mostraba optimista en lo referente al resultado de la cirugía y a su evolución posterior.

Tal y como expliqué a varios medios de comunicación que me lo solicitaron, la cirugía de la mano tiene una gran complejidad. De hecho, se trata lo que suele denominarse como "superespecialidad" que no se ha llegado a encuadrar muy bien dentro de la Traumatología o de la Cirugía Plástica. En cualquier caso, cabe destacar que se trata de un tipo de operación muy precisa que exige conocimiento, habilidad y experiencia en la reparación de fracturas óseas, lesiones de ligamentos e incluso nervios y pequeños vasos sanguíneos.

En mi  periodo de formación como especialista en Traumatología, dediqué mi último año a completar mi formación en cirugía de la mano en la Clínica Universitaria de Navarra, donde cursé el máster que imparten al respecto. Fue una época de horas, días y meses enteros dedicados a estar frente al microscopio operando pequeñas estructuras vasculares y nerviosas en animales de laboratorio para ganar destreza.

Ahí comenzamos a apreciar que la mano del ser humano es una verdadera obra de arte e ingeniería capaz de dotarnos de habilidades de las que carecen otros animales. Este entramado de finas estructuras (ligamentos, articulaciones, tendones, músculos, piel...) ha de estar perfectamente engranado para deslizarse con suavidad y precisión en su desarrollo mecánico. Cualquier fallo en alguno de estos elementos impresdincibles acarrea una disfunción a corto, medio o largo plazo.

Por otro lado, la mano presenta la particularidad de que todo este sofisticado engranaje está, prácticamente en su totalidad a flor de piel. En el resto del organismo, nos encontramos con que la madre naturaleza ha diseñado la ubicación y recorrido de las estructuras más delicadas y vitales en localizaciones más profundas protegidas por capas de piel gruesa y músculos resistentes para protegerlas de abrasiones, golpes o agresiones externas.

Esta circunstancia incrementa notablemente no solo el riesgo de que las estructuras de la mano sufran un daño considerable con traumatismos como el sufrido por el atleta español. Asimismo, aumenta la gravedad de las lesiones y la dificultad para repararlas.

Un recuerdo terrible

Hablar con los medios de este tema trajo a mi memoria el accidente que Álex Crivillé sufrió en el circuito de Laguna Seca. Corría el año 1994 o 1995 y por aquel entonces yo era médico de la Federación Española de Motociclismo. El piloto español sufrió una caída desafortunada en la que la mano quedó atrapada bajo el peso de la moto, lo que provocó el desgarro del guante contra el asfalto y una terrible lesión en la mano, al quedar desprotegida. Se trató de una lesión muy similar a la que tuvo lugar en Assen en 1997; este accidente casi le cuesta el pulgar y su carrera deportiva.

Cuando atendimos a Crivillé en Estados Unidos nos encontramos los tendones extensores y otras estructuras nobles descubiertas y muy dañadas. De manera urgente limpliamos a fondo toda la abrasión y pusimos un injerto de piel extraído del brazo para tapar y salvar todos lo tejidos de los dedos que habían quedado descubiertos. Una vez que se ha abordado esta intervención urgente, se ha descartado todo rastro de infección y el injerto ha prendido se programan sucesivas cirugías para reparar los tendones de manera definitiva.

Afortunadamente, el piloto pudo recuperarse de manera satisfactoria y sin secuelas. De hecho, incluso después del accidente de Assen Crivillé cosechó temporadas fantásticas. A ejemplos como este es a los que tiene que aferrarse Hortelano.

Claves para una recuperación mejor

Tras la cirugía de la mano es fundamental comenzar con la fisioterapia cuanto antes, una máxima con la que estamos casi obsesionados en iQtra. Como hemos comentado al inicio de esta entrada, la mano está formada por estructuras que han de deslizar perfectamente bajo la piel y sobre le hueso para cumplir su función. Por ello, si no comenzamos de inmediato la movilización de estos tendones, en pocos días nos encontramos con que se han adherido a ellas otras estructuras vecinas, lo que obstaculiza la función de las articulaciones.

Estas adherencias son muy habituales cuando se obvia esta movilización temprana (a veces es inevitable) y casi a diario nos encontramos con casos en los que debemos realizar cirugías posteriores para eliminarlas. 

Por fortuna, tanto la cirugía de la mano como las tenolisis (intervenciones para quitar las adherencias) han evolucionado mucho en los últimos años, de manera que las reconstrucciones tienen mucho mejor pronóstico actualmente. Por este motivo, Hortelano puede confiar en recuperarse para volver a rendir al máximo en su especialidad.

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