jueves, 5 de noviembre de 2015

Claves de la recuperación tras implantar prótesis de rodilla

Hoy vamos a dejar que una de nuestras fisioterapeutas, Eva Tirado, os hable de la recuperación después de implantar una prótesis total de rodilla, una de las intervenciones quirúrgicas que más alegrías nos están dando en iQtra. El motivo de esta satisfacción no es otro que las opiniones positivas de los pacientes, encantados de librarse del dolor y de poder hacer una vida normal y activa en tan poco tiempo. 
Cada año en nuestro país se realizan algo más de 55.000 intervenciones para colocar prótesis de rodilla total de rodilla. La enorme frecuencia de dicha operación ha hecho que tanto las técnicas para su implantación como su nivel de seguridad hayan mejorado exponencialmente a lo largo de estos últimos años. De hecho, se trata de operaciones cuyos resultados suelen asombrar a nuestros pacientes, ya el paciente se recupera rápidamente de la cirugía y muy pronto vuelve a realizar las actividades de la vida diaria con total normalidad.

¿Cómo de rápida es la recuperación tras la colocación de una prótesis de rodilla?  
La recuperación es muy rápida. El dolor (salvo las molestias propias de cualquier intervención) desaparece a los pocos días. En la mayoría de los casos, y de manera progresiva, el paciente hace vida normal ayudándose únicamente de un bastón. A los dos meses ya suele estar en condiciones de caminar con normalidad y sin ninguna ayuda técnica. 

¿Qué papel juega la fisioterapia en la recuperación tras una prótesis de rodilla? En iQtra concedemos importancia vital a la fisioterapia, que aplicamos de la manera más precoz posible en todos nuestros pacientes. La colocación de una prótesis de rodilla no es una excepción y por ello comenzamos a trabajar al día siguiente del paso por quirófano con el objetivo principal de bajar la inflamación, comenzar a caminar e iniciar la recuperación de la movilidad de la articulación.

Insistimos mucho en que en las dos primeras semanas lo más importante es que la rodilla recupere la extensión completa y en que se debe caminar lo justo y necesario con el fin de evitar que la rodilla se inflame, insistiendo en la aplicación local de hielo varias veces al día. 

Y después de lograr extender por completo la pierna ¿qué?
Pasado este tiempo nos centramos en la recuperación de la flexión. Progresivamente, y en función de la reducción de la inflamación, se van aumentando los tiempos de marcha, de tal manera que al mes de la cirugía podemos comenzar a quitar una muleta y a las seis o siete plantearnos la retirada definitiva de las mismas para comenzar con los ejercicios de reeducación de la marcha y propiocepción.

En el periodo en el que el paciente está usando las dos muletas es importante que el proceso de extensión y flexión de rodilla durante el paso se realice de la manera más natural posible. En cuanto a las escaleras el paciente comienza antes a subirlas de manera normal que a bajarlas. Esto se debe a que la solicitación muscular para este movimiento es mayor que para hacer el gesto de subir escalones.

¿Volveré a ser el de antes?

Cuando terminamos con la recuperación de la cirugía el paciente puede volver a retomar toda la actividad que realizaba antes de la intervención, podrá realizar cualquier tipo de actividad deportiva aunque siempre recomendamos aquellos deportes de bajo impacto como caminar, bicicleta, natación, jugar al golf… para cuidar de la prótesis que ya forma parte de su sistema locomotor.

* Eva Tirado
Fisioterapeuta en iQtra 

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