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| Muchos pilotos de enduro sufren síndrome compartimental |
A raíz de un nuevo vídeo que hemos colgado en uno de nuestros canales de YouTube, os quería hablar del tratamiento quirúrgico del síndrome
compartimental, un problema con el que los especialistas que tratamos a deportistas
de ciertas disciplinas no están muy familiarizados, pero que en iQtra ya nos
hemos acostumbrado a ver con relativa frecuencia.
El síndrome compartimental recidivante es bastante
infrecuente, salvo en consultas que, como la nuestra, reciben habitualmente
pilotos de motociclismo, fundamentalmente cross o enduro y ocasionalmente pilotos
de velocidad. También hemos tratado a escaladores deportivos, otro deporte en
el que puede presentarse el síndrome compartimental.
Este trastorno se debe al estrangulamiento de los vasos sanguíneos del antebrazo cuando la fascia muscular que envuelve las fibras no da de sí lo suficiente para dar cabida a un músculo que se dilata y se tensa en exceso debido a los esfuerzos repetitivos que se requieren en la práctica deportiva en cuestión.
En el caso del motociclismo se produce por la excesiva tensión al sujetar la motocicleta por el manillar y tener que forzar la postura de los dedos al manejar la maneta y, en el caso de los escaladores, por continuar con los ejemplos que hemos referido, el síndrome compartimental se debe al desarrollo excesivo de los haces musculares del antebrazo por el esfuerzo de presión digital que llevan a cabo estos deportistas.
Los afectados por el síndrome compartimental vienen a consulta refiriendo debilidad progresiva de los antebrazos con incapacidad de manejar con seguridad el manillar o las manetas al rato de comenzar los entrenamiento o la competición. Y en muchas ocasiones llega a invalidar al piloto a las pocas vueltas de rodamiento.
Este trastorno se debe al estrangulamiento de los vasos sanguíneos del antebrazo cuando la fascia muscular que envuelve las fibras no da de sí lo suficiente para dar cabida a un músculo que se dilata y se tensa en exceso debido a los esfuerzos repetitivos que se requieren en la práctica deportiva en cuestión.
En el caso del motociclismo se produce por la excesiva tensión al sujetar la motocicleta por el manillar y tener que forzar la postura de los dedos al manejar la maneta y, en el caso de los escaladores, por continuar con los ejemplos que hemos referido, el síndrome compartimental se debe al desarrollo excesivo de los haces musculares del antebrazo por el esfuerzo de presión digital que llevan a cabo estos deportistas.
Los afectados por el síndrome compartimental vienen a consulta refiriendo debilidad progresiva de los antebrazos con incapacidad de manejar con seguridad el manillar o las manetas al rato de comenzar los entrenamiento o la competición. Y en muchas ocasiones llega a invalidar al piloto a las pocas vueltas de rodamiento.
En iQtra hemos encontrado la mejor solución
La experiencia que hemos acumulado en iQtra desde que empezamos a tratar este cuadro clínico, allá por el año 90, nos indica que la mayoría de los casos acaban precisando cirugía para eliminar definitivamente el problema y que pasar por quirófano es la mejor vía para recuperar la práctica deportiva al nivel al que se estaba antes de la lesión.
La cirugía, consiste en la apertura de las fundas o fascias musculares que envuelven los músculos excesivamente desarrollados y que ya no caben en su envoltorio original. Se trata de una operación que hemos podido perfeccionar a lo largo de los años gracias al gran número de deportistas aquejados de síndrome compartimental que hemos visto en nuestra consulta. En este tiempo hemos puesto en práctica diferentes abordajes e incisiones. Incluso hemos operado con mini incisiones y control con cámara debajo de la piel hasta lograr el mejor resultado con la mínima agresión quirúrgica.
En iQtra hacemos la cirugía de síndrome compartimental con anestesia regional de brazo, un procedimiento que apenas precisa de recuperación (los beneficios de permitir la expansión de los músculos al abrir la fascia son prácticamente inmediatos), por lo que el deportista puede reincorporarse en pocos días a su actividad profesional.
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