viernes, 18 de octubre de 2013

Gareth Bale; diferencia entre hernia y protrusión

Gareth Bale, jugador madridista.
Hola a todos.

La lesión de espalda de Gareth Bale ha suscitado un encendido debate en los medios de comunicación deportivos, en los que se han puesto de manifiesto recelos por la verdadera naturaleza de dicha lesión, así como por la repercusión en cuanto a la recuperación y rendimiento futuro del reciente fichaje del Real Madrid.

De esta manera, mientras unos hablaban de hernia discal el propio club se apresuraba a desmentir tal extremo y calificaban el problema del galés de "pequeña protrusión crónica". Sea como fuera ¿cuál es la diferencia entre hernia y protrusión discal? ¿qué consecuencias tendría una u otra para la práctica deportiva? Nuestra fisioterapeuta Ana Fernándes nos lo cuenta a continuación.


A menudo surgen dudas entre lo que es una protrusión y una hernia discal. Para tener clara la diferencia es necesario un pequeño repaso anatómico de la columna vertebral que nos ayudará a entender en que se diferencian. La columna esta constituida por 7 vértebras cervicales, 12 dorsales, 5 lumbares, 5 sacras (fusionadas entre sí) y el coxis. Estas vértebras se articulan mediante de las carillas articulares y los discos intervertebrales.

Columna vertebral


El disco intervertebral se sitúa entre los cuerpos óseos de las vértebras, su principal función es amortiguar las presiones o cargas y estabilizar el movimiento entre ellas, al estar desprovisto de vascularización propia no tiene la capacidad de regenerarse o cicatrizar. Dicho disco esta formado por dos partes:
  • Núcleo pulposo: estructura gelatinosa situada en el centro de cada disco. Tiene un alto contenido de agua. El núcleo actúa absorbiendo las fuerzas axiales de choque. Es una estructura avascular, se nutre por difusión a partir de los vasos sanguíneos situados  en la periferia del anillo fibroso y a partir de las estructuras adyacentes de los cuerpos vertebrales. El núcleo está constituido por: agua (80%), los proteoglicanos agregados (65% de su peso sólido) que atrapan y mantienen el agua dentro del disco, fibras de colágeno tipo II (17%) y una cantidad pequeña de fibras de elastina.
  • El anillo fibroso: Es la porción externa del disco que rodea al núcleo. Se compone de 15 a 25 hojas de colágeno que se llaman láminas. Cada lámina se mueve con un ángulo de 65 grados alternativo entre cada lámina, una a la derecha después una a la izquierda, lo que hace que aumente mucho la resistencia del anillo al cizallamiento, pero facilita la aparición de fisuras o grietas en las capas del anillo. El anillo está constituido de: agua (65%), colágeno tipo I y II(55% de su peso seco), fibras de elastina y proteoglicanos (20% de su peso seco).
Disco intervertebral. | ADAM



A lo largo de nuestra vida y teniendo en cuenta nuestras actividades, el disco se somete a varias tensiones repetidas que dan lugar a pequeños desgarros o roturas del anillo fibroso, produciendo en las estructuras una fisura discal (se produce un desgarro perpendicular a la dirección de las fibras).
La protrusión discal es una consecuencia de este desgarro ya que la envoltura fibrosa se deforma por el impacto del material gelatinoso del núcleo pulposo.

Sí las fibras del anillo fibroso se rompen y el núcleo pulposo sale de su ubicación normal se diagnostica una hernia discal.

Es decir, si ordenamos estos trastornos de menor a mayor afectación de los discos intervertebrales nos encontraríamos con: la fisura, la protrusión y la hernia. El origen último de todos ellos es la presión dentro del disco es mayor que la resistencia ofrecida por el anillo fibroso. En general las fisuras, protrusiones o hernias se producen más a nivel posterior ya que ahí las fibras son más finas que en la pared anterior. 

En general al paciente que sufre este tipo degeneración de disco puede sufrir dos tipos de alteraciones:
  • Inestabilidad vertebral: al estar el disco dañado este ya no puede mantener la estabilidad requerida y provocando dolor. Como consecuencia el paciente evitará el movimiento doloroso generando una perdida de musculatura (atrofia muscular y generar compensaciones de la movilidad, pudiendo así agravar el cuadro doloroso). 
  • Afectaciones neurológicas: tanto en la protrusión como en la hernia puede haber contacto con la médula espinal o con la salida de las raíces nerviosas produciendo neuralgias (como pueden ser una braquialgia, lumbociática, dependiendo del nervio afectado). 

Para establecer el tratamiento es necesario hacer una exploración física exhaustiva y un estudio de imagen, através de una Resonancia Magnética Nuclear (RMN) o pruebas neurofisiologicas. Dependiendo del nivel de afectación de las estructuras implicadas se establecen el tipo de de tratamientos:
  • Terapia conservadora: como puede ser la electroterapia (ultrasonido, electroestimulación, termoterapia), masoterapia, manipulaciones osteopáticas, terapia manual con técnicas de bombeo discal… considerados por muchos como tratamientos más pasivos. Teniendo en cuenta la profesión, actividad deportiva y rendimiento (u objetivos del paciente) se dibujará un programa de trabajo muscular (potenciación muscular) para estabilizar y movilizar la zona afectada, con un seguimiento personalizado del fisioterapeuta para evitar compensaciones  y reeducar la movilidad (o control motor), mejorando así la higiene corporal. Logrando, en la mayor parte de los pacientes, la desaparición del dolor y una mejora de su calidad de vida. Una vez estabilizado el dolor y de acuerdo con los objetivos de los pacientes se les ayudará a buscar una practica deportiva que les ayude en la correcta estabilización y funcionalidad del disco intervertebral como puede ser el Pilates, la natación o deportes de mayor intensidad dependiendo de cada caso.
  • Cirugía: está justificado en procesos neurológicos progresivos, como puede ser una ciatalgia, acompañada de dolor intenso y pérdida funcional, o en los casos que el tratamiento conservador no mejora la sintomatología. En los casos que es necesaria la cirugía es necesario hacer un seguimiento con trabajo de fisioterapia para obtener buenos resultados a largo plazo. El tipo de cirugía lo determinará el especialista en cuestión, habiendo cada vez técnicas quirúrgicas más avanzadas y a la vez mínimamente invasivas.

*Ana Fernándes
Fisioterapeuta en iQtra.

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