Como hemos dicho en muchas ocasiones, la formación continuada y el aprendizaje constante son uno de los pilares que nos mueven en iQtra. En esta ocasión vengo entusiasmado de dos cursos en los que ha quedado de manifiesto no solo el alto nivel de los cirujanos de nuestro país, sino la cantidad de avances que se están llevando a cabo en el campo de la artroscopia de cadera, una técnica que nos está dando satisfacciones cada día.
La semana pasada acudí a un curso organizado entre la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica (SECOT) y la Academia Americana de nuestra especialidad (AAOS) acerca de las últimas tendencias en cirugía protésica de cadera. En el curso hubo ponentes españoles y americanos y pudimos todos aprender en un ambiente muy científico y de un importante nivel mundial.
Esta semana, justo después de operar a Joselito Adame, vuelvo del curso anual que la SociedadInternacional de Artroscopia de Cadera, ISHA2013, ha celebrado en
Munich. Esta sociedad se fundó en
Paris en 2008 y a pesar de su reciente creación (la utilización de la artroscopia para solucionar problemas de cadera también lo es), cada año presenta importantes avances en cirugía mediante este método.
Para mí,
este nuevo devenir de la cirugía
de cadera está siendo
muy excitante y romántico,
por la juventud de la técnica.
Los traumatólogos
que acuden a esta convocatoria anual, se muestran muy inquietos esperando a oír
y a discutir las novedades que los más
experimentados van descubriendo y cada día parece quedar atrás, lo que pocos meses antes creíamos podía ser un avance
importante.
De hecho, la charla de honor la dio el Profesor Ganz, un pionero que enseñándonos
y convenciéndonos
de que el choque femoroacetabular existía, nos ha conducido a crear casi una nueva súper
especialidad de la cirugía
ortopédica en
torno a multitud de técnicas
quirúrgicas
artroscópicas,
y en muchos casos, parecen estar salvando caderas jóvenes de una futura artrosis.
En el ámbito
de la cadera, hemos comenzado a sensibilizarnos en una serie de lesiones que
hace pocos años
no reconocíamos
y por ello no tratábamos
antes de que se convirtieran en patologías de única curación quirúrgica.
En torno a la artroscopia de cadera hemos comenzado a hacer una serie de
tratamientos que pueden resolver dolencias que se cronificaban como la
trocanteritis, la cadera en resorte, la pseudociática o el síndrome del piramidal. Actualmente muchos de estos diagnósticos han quedado
obsoletos pues hemos comenzado a entender su real origen y a tratarlos con
precisión.
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