lunes, 30 de septiembre de 2013

Fascitis plantar, acude al especialista cuanto antes.

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Hola a todos.

Recientemente, estuve comentando con los fisioterapeutas la cantidad de casos de fascitis plantar que habíamos visto en consulta últimamente.

A raíz de esto y de algunas preguntas que han llegado al blog, caí en la cuenta de que se trata de un tema del que no hemos hablado en este espacio, así que había que ponerle remedio. Estela Pérez, de la Unidad de Podología de iQtra y Luis García, coordinador de fisioterapia se ocupan en esta ocasión de aportar algo de luz acerca de esta patología tan dolorosa y tan invalidante si no recibe el tratamiento correcto a tiempo.

¿De qué se trata? 

La fascitis plantar es una inflamación de la fascia o tejido que recubre la musculatura del arco del pie. Aunque muchas veces aparece relacionado con un espolón en el calcáneo (calcificación en el talón que ocasiona dolor), también es frecuente ver fascitis plantares que se presentan aisladas, sin relación con ninguna otra patología en las estructuras que forman el pie.

También es frecuente verlas en corredores eventuales, pacientes cada vez más numerosos en las consultas de iQtra debido a la fiebre por este deporte que muchas veces no va acompañada de las debidas precauciones.

¿Cómo puedo detectarla?

El síntoma fundamental de la fascitis plantar es el dolor y la rigidez en el planta del pie, concretamente en la parte inferior del talón. Este dolor puede ir acompañado de ardor o un leve enrojecimiento local y se agrava al subir escaleras, estar mucho tiempo de pie, correr o hacer actividades de cierta intensidad física.

Una buena exploración, ayudados por la historia clínica (para descartar otras dolencias), suelen ser suficientes para diagnosticar este problema, si bien en ocasiones necesitaremos recurrir a pruebas de imagen (resonancia magnética, ecografías…) para completar el estudio de dicha patología.

¿Por qué se produce?

Existen múltiples causas que determinan la aparición de esta patología, entre las que se encuentran el uso de un calzado inadecuado, alteraciones en la forma del arco plantar (pies planos o cavos), sobrecargas de la musculatura tras un esfuerzo excesivo, corredores que cambian rápidamente de superficie sin tiempo suficiente para que el pie se adapte…

Por lo general el paciente acude a nuestra consulta tarde, ya que la aparición de la sintomatología suele ser progresiva y confía en que las molestias desaparecerán por sí solas. Para evitar que el trastorno se encuentre en un grado bastante avanzado cuando exploramos el pie doloroso es importante acudir a un especialista cuando se empiezan a notar los primeros síntomas, no sólo de esta patología en concreto, sino de cualquier otra que afecta a las estructuras del pie y que cursa con dolor. Es la única manera de efectuar un diagnóstico precoz y llevar a cabo un tratamiento que nos asegurará el éxito de la recuperación en tiempos muy breves.

En el caso de la fascitis plantar, el síntoma más habitual que nos refiere el paciente es el dolor en la planta del pie, sobre todo al dar los primeros pasos de la mañana o incluso al ponerse de pie después de haber estado sentado de manera prolongada. También se quejan de sufrir una sensación de desgarro en la planta del pie acompañada de parestesias (hormigueos).

En este sentido, cabe recordar la importancia de realizar un buen diagnóstico diferencial, ya que hay varias enfermedades reumáticas que debutan con un dolor bilateral en ambas plantas de los pies, como puede ser la espondilitis anquilosante. Después de realizar un estudio minucioso del paciente, si sospechamos que puede haber una dolencia reumática la remitimos al especialista para que sea él quien administre el tratamiento adecuado.

¿Tiene tratamiento?

Afortunadamente contamos con multitud de técnicas para tratar la fascitis plantar, tanto conservadoras como más invasivas, que sólo utilizaremos en el caso de fracaso de las primeras. Lo primordial en todos los casos será dar con el factor que ha desencadenado el problema para eliminarlo, si es posible, o tratar de compensarlo.

En nuestro análisis evaluamos el tipo de calzado que suele usar el paciente, así como sus hábitos deportivos y las características de su pisada, ya que en ocasiones unas pequeñas variaciones en cuanto a cómo hacer ciertos gestos o el tipo de zapatos o zapatillas que se han de evitar corrigen la sintomatología rápidamente.

¿Y el dolor?
Por otro lado, además de buscar el origen de las molestias, debemos aliviar el dolor, que en realidad es el motivo que lleva al usuario a buscar ayuda especializada.

El traumatólogo y el fisioterapeuta deben consensuar tratamientos adaptados a cada caso, aunque básicamente se pautará un tratamiento con antiinflamatorios, orales o tópicos, y terapia manual, osteopatía, masaje, estiramientos, reeducación de la musculatura con técnicas de propiocepción, kinesiotaping, punción seca en los casos en los que se requiera, reeducación del gesto deportivo que pueda estar favoreciendo la aparición de dicha patología…

Si todo esto no resulta...

En numerosas ocasiones hemos comentado que en iQtra somos partidarios de comenzar aplicando terapias conservadoras e ir subiendo la agresividad de las mismas en función de la progresión y la respuesta del paciente; pues en el caso de la fascitis plantar es lo mismo.

Si las alternativas conservadoras no dan resultado solemos recurrir a las infiltraciones locales de ácido hialurónico y antiinflamatorios, una combinación que nos está dando muy buenos resultados.

Si aún así el paciente sigue sin notar alivio no suele quedar otro remedio que una fasciectomía quirúrgica, que no es otra cosa que una intervención consistente en llevar a cabo un desbridamiento en quirófano de la fascia que da problemas. Afortunadamente este recurso es poco habitual, ya que el afectado suele mejorar con todos los tratamientos anteriores.

Como también hemos puesto de manifiesto en otras ocasiones, la clave para que la resolución de la patología sea un éxito radica en un enfoque multidisciplinar del tratamiento, en el que colaboran estrechamente médicos, fisioterapeutas y podólogos.

No queremos dejarnos en el tintero la importancia de analizar la pisada del paciente con estudios biomecánicos en plataforma baropodométrica, un dispositivo con el que contamos en iQtra y que nos está ayudando a solucionar muchas dolencias del pie (no solamente fascitis plantares). En ocasiones este estudio sirve para detectar problemas dolorosos e invalidantes que se solucionan con la confección de unas plantillas a medida, cada vez más versátiles y cómodas.

*Estela Pérez
Fisioterapeuta y podóloga en iQtra

*Luis García
Coordinador de Fisioterapia de iQtra

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